Chifa

6 /10
Precio medio
45€
Dirección
Modesto Lafuente,64
Teléfono
91 534 75 66 Llamar
 Chifa
Foto: Belén Diaz
Chifa Modesto Lafuente 64,

Hace siete años, cuando los argentinos Estanis Carenzo y Pablo Giudice trasladaron su tristemente desaparecido Sudestada a la calle Ponzano, en el pequeño local de la calle Modesto Lafuente, donde dieron sus primeros pasos y rompieron algunos esquemas en Madrid, abrieron Chifa, con la idea de mantener un restaurante más informal. Cerrado Sudestada y traspasado Chifa, desde hace unos meses se han hecho cargo de este segundo los hermanos Gil, que han procurado dar continuidad al modelo anterior, tanto en la espartana decoración de un pequeño comedor en el que apenas caben 24 comensales como en una carta que mantiene la apuesta por platos que se inspiran en el sudeste asiático, pero que miran también hacia Iberoamérica, y muy especialmente hacia Perú. Al frente de la cocina está Julián Gil, mientras que su hermano Luis Miguel, que precisamente ya trabajó durante un tiempo en Sudestada, se ocupa de la sala. Hay por tanto una continuidad en la oferta de esta casa. Tanto como para mantener varias de las elaboraciones que diseñaron los anteriores propietarios.

Así, en la breve carta, que se completa cada día con diversas sugerencias en función del mercado, siguen apareciendo el ceviche de corvina con dos ajíes, vieiras y pulpo (17,50 euros) o el escabeche filipino de bonito (10,90), con el pescado marinado en un vinagre de frutas. También otros que llegaron a ser muy populares en Sudestada como los «nem rán» (14,50), unos rollitos vietnamitas con cerdo ibérico, marisco y setas, y sobre todo el curry rojo de carrillada de vaca con leche de coco y guisantes (25), que fue el plato más demandado en el desaparecido restaurante.

Aunque en muchos platos se acercan al original, todavía hay algunos desajustes en otros. Especialmente en los que son novedad con respecto a la etapa anterior. Así, una causa morada a base de papa violeta, caballa en jugos asiáticos y huancaína de rocoto (13,90) resulta bastante pesada, con la caballa poco integrada en el conjunto. Tampoco nos gustó demasiado una recomendación del día, unos noodles (udon) de gamba con pad choi, ají amarillo y tres tipos de soja. El marisco muy pasado de cocción y, por tanto, bastante seco estropea un plato con buen sabor.

Por el contrario, están francamente ricos los tacos anticuchados de cordero (10), en los que se utiliza el cogote del animal hecho a baja temperatura. Buena tortilla para la base y especialmente lograda la muy picante salsa de rocoto fermentado, que se sirve aparte para que cada cual se la sirva al gusto. También vale la pena ese curry rojo ya citado, con sabor potente y muchos matices.
De postre, un correcto flan de queso con crema de cacahuete (5,50) o el bizcocho de tres leches. Para beber, aunque lo que mejor le va a este tipo de comida es la cerveza (aquí tienen la madrileña La Virgen), hay una breve pero bien seleccionada carta de vinos con algunos generosos jerezanos que tampoco acompañan nada mal a los platos especiados. Y siempre es bueno dejar un espacio para cócteles clásicos como la caipirinha o el pisco sour.

No cierra.