Así es el lujoso y polémico yate en el que la Reina Camila pasas sus vacaciones en Grecia
En un momento de crisis económica y austeridad real, la consorte se relaja sobre una embarcación valorada en 34 millones de euros ligada a la política conservadora
La Reina Camila celebra su 78º cumpleaños en la cúspide de su popularidad (y con extrañísimo mansaje de Meghan Markle)
La Reina Camila (78 años) ha decidido tomarse unas vacaciones en solitario en laa cristalinas aguas del Mediterráneo, concretamente en las islas griegas. Sin embargo, lo que ha llamado la atención no es solo es la ausencia de su marido, el Rey Carlos III ... , sino el lujoso yate en el que se encuentra a bordo, valorado en más de 34 millones de euros.
El yate Zenobia es propiedad de Wafic Said, un empresario sirio-saudí conocido por sus importantes conexiones con diversas figuras políticas británicas, así como su estrecho vínculo con la Familia Real. Said, que es uno de los multimillonarios más ricos del Reino Unido, fue un destacado donante del Partido Conservador y amigo cercano de la ex primera ministra Margaret Thatcher. Además, cuenta con una fortuna que ronda los 1.900 millones de libras.
Sobre la embarcación, es un verdadero palacio flotante: 57 metros de eslora, capacidad para 12 invitados en camarotes decorados con obras de arte contemporáneo, acabados en madera noble, una tripulación de 13 personas y espacios como una biblioteca que se convierte en sala de cine y un comedor al aire libre con vistas al mar. Todo un símbolo de exclusividad y lujo que contrasta con la realidad económica de muchos británicos.
La imagen de la reina consorte abordo del lujoso yate no ha pasado desapercibido en su país. De hecho expertos en protocolo real y la prensa británica señalan protocolo señalan que la fotografía genera cierta polémica, sobre todo en un momento en que el país atraviesa una crisis económica severa y en el que el propio Carlos III ha expresado públicamente la necesidad de reducir los gastos de la monarquía.
Por su parte, 'The Mirror' se ha cuestionado la conveniencia de que un miembro de la Familia Real acepte la hospitalidad de un donante con clara afiliación política, dado que la institución debe mantenerse estrictamente apolítica para preservar su neutralidad. «Esto no le da buena imagen a Camila, especialmente cuando millones de británicos luchan contra el coste de la vida«, expresa el citado medio.
Por otro lado, fuentes cercanas al Palacio de Buckingham, aseguran que Camila suele tomarse períodos para desconectar en solitario y que mantiene una residencia propia a la que recurre cuando necesita alejarse del bullicio oficial. Esta visita al Mediterráneo coincide con la pausa en la agenda oficial antes de que la pareja real retome sus compromisos, y no hay indicios de ningún tipo de irregularidad en el viaje.
Mientras tanto, el Rey Carlos III continúa disfrutando del verano en Escocia participando en eventos como los Juegos Mey-Highland, y la Familia Real se prepara para las tradicionales vacaciones en Balmoral, que comenzarán tras las celebraciones del 15 de agosto.
La escapada de Camila a bordo del Zenobia se ha convertido en el centro de un debate sobre las apariencias y las responsabilidades que conlleva la imagen pública de la monarquía en tiempos difíciles.
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