Yurena: una historia de auge, caída, redención, reivindicación y 'Bake Off'

Son suficientes argumentos para una serie de Netflix. Los Javis, cómo no, fueron los primeros en verlo y de su mano la plataforma de 'streaming' ultima el estreno de 'Superestar'», la vida y obra de Yurena con el reputado Nacho Vigalondo en la dirección. El reparto incluye a Ingrid García-Jonsson en el papel protagonista más secundarios de lujo como Pepón Nieto (Tony Genil), Secun de la Rosa (Leonardo Dantés), Rocío Ibáñez (Margarita Seisdedos), Carlos Areces (Paco Porras), Julián Villagrán (Arlequín) y Natalia de Molina (Loly Álvarez).

Su regreso a la popularidad también ha motivado que los productores de 'Bake Off', de La 1, se hayan fijado en ella como gancho para el concurso de cocina junto a otros famosos o parecido como Isabel Gemio, Cristina Tárrega, Víctor Sandoval o Finito de Córdoba.

Sin duda se trata de una historia que merece ser contada. Cómo esta mujer, nacida en Santurce hace 54 años como María del Mar Cuenca Seisdedos, llegó a la ciudad con una maleta y su madre al hombro para convertirse en un fenómeno de masas que se conoció como el 'tamarismo' con su hit 'No cambié' como número uno en las listas de éxitos del siglo pasado. A raíz de aquel asombroso bombazo, en el año 2001, y amadrinada por Alaska, publicaría el álbum de estudio «Superstar» bajo la producción de músicos como Carlos Berlanga o Nacho Canut. Aquellos sí que fueron buenos tiempos.

Esbelta, de piel blanquísima, lacada melena pelirroja e irreproducible voz nasal, Yurena participó de aquella jungla que era 'Crónicas Marcianas', donde era difícil discernir quién utilizaba a quién. Por allí circulaba también un séquito en el que aparecían –como recoge la serie- un hombre con pañuelos que bailaba, un estrafalario arlequín, un vidente con hortalizas y, sobre todo, Margarita Seisdedos. Era la madre de la artista, esa figura tan española, pero en versión casi lisérgica. Se decía que llevaba un ladrillo en el bolso para atacar a quienes trataban de meterse con su hija.

«Desde niña quería cantar y creo que viene por mi mamá. Ella siempre estaba cantando en casa, ponía su tocadiscos y siempre cantaba, era muy alegre. Con 10 años yo sabía que quería dedicarme al mundo del espectáculo, presentar, cantar... A los 17 ya supe que quería dedicarme a la música», explicaba en 'Lecturas'.

A todos –desde espectadores a los propios protagonistas- les costaba discernir entre realidad y ficción. En sus actuaciones, Yurena llegaba a recibir tomatazos y lluvia de huevos por parte de los 'protohaters' que intentaban burlarse de ella. «Sufrí acoso y derribo, una campaña de desprestigio absoluta y lo ha visto toda España», se lamentaba Yurena en 2021. «A mi círculo íntimo sí le he comentado que si retrocediera 31 años no me dedicaría al mundo artístico, porque ha sido un camino duro y difícil, lleno de lágrimas derramadas».

Efectivamente, vinieron tiempos muy difíciles. La audiencia se cansó de un formato muy característico y donde antes veía personajes entrañables ahora solo observaba un grupo de frikis y perdedores sin gracia. Desprecio, violencia y finalmente olvido. «No soportaba el acoso de los primeros años, no podía salir a la calle, me daba pánico. Se reían de mi madre y de mí, nos han agredido, a mis padres los patearon. No podía más, solo quería desaparecer e intenté dejar de vivir», explicaba. «Mi madre me encontró inconsciente después de haberme tomado dos botes de pastillas, me salvó la vida por minutos».

En 2006 se retiró del panorama musical para alejarse de todo lo que le había aupado y a la vez hundido. Se había operado la nariz, el pecho y los labios. Poco o nada se sabía de ella. Pero cinco años más tarde llegó su inesperado resurgimiento. ¡Sus canciones (y ella) gustaban en China! Fue entonces cuando viajó allí para promocionar su arte y finalmente convertirse en Asia en algo parecido a una «figura de culto».

El puro revival que son los 'realities' con famosos, su figura se recuperó para la televisión con su participación en programas como «Hotel Glam» o «Supervivientes». Y llegó otro golpe: Margarita Seisdedos murió en octubre de 2019 tras largo tiempo de decadencia a cuenta de demencia senil y párkinson. Aquello dejaría a Yurena sumida en una profunda depresión. «Desde que mi mamá se marchó, no soy feliz. Cuando ella partió se llevó mi vida y mi alma se rompió en mil pedazos», afirmaba Yurena.

Ahora mantiene varios negocios y actúa principalmente en eventos privados. Pero es muy probable que esté a las puertas de su enésima reinvención gracias a la enorme popularidad que sin duda le traerá la serie de los Javis, quienes probablemente representen aquella época con más cariño y menos sordidez de la vivida entonces. «Tengo muchos proyectos», advertía en la presentación de 'Bake Off'. Seguramente Yurena vuelva a ser una Superstar.