Xuxa: «Me convertí en la Barbie de mi época»

«Yo venía a ser la muñeca, la niñera, la amiga de estos niños», reconocía recientemente en una entrevista. «Una Barbie de aquella época. Ella llevaba un coche rosa y yo una nave espacial rosa». Al igual que la muñeca, rubia, de ojos azules y blanca, la cantante se convirtió en un ídolo de masas.

Era habitual verla lucir pierna con minifaldas y botas altas frente a la pantalla. Ahora años después la presentadora se plantea si su elección, en un país como Brasil con una población mayoritariamente negra, en aquel momento fue la más asecuada. «No lo veía mal. Hoy sabemos que está mal», dijo Xuxa sobre el estándar de belleza que representó para la juventud brasileña.

Además, la propia Xuxa ha reconocido las presiones que sufría por parte de los directivos de su programa para mantener su espectacular físico: le dijeron que perdiera peso, la obligaron a someterse a cirugía plástica y le prohibieron cortarse el pelo. «Me veían como un trozo de carne», ha puesto de manifiesto ahora, a sus 60 años.

La falta de rostros negros en los programas de Xuxa «infligió heridas profundas a muchas mujeres en Brasil», dijo Luiza Brasil, quien escribió un libro sobre el racismo en la cultura, la moda y la belleza brasileñas. «No fui yo quien lo decidió, pero lo avalé. Le puse mi firma», reconoce arrepentida la cantante.

Tras conquistar Brasil, Xuxa aprendió español y comenzó a grabar programas en Buenos Aires y Barcelona. A principios de la década de 1990, decenas de millones de niños veían sus programas en portugués y español. Un periódico francés la catalogó como una de las mujeres más influyentes del mundo, junto a Margaret Thatcher.