A la luz los detalles de la visita secreta de los reyes Harald y Sonia de Noruega a Tenerife
El viaje, mantenido en confidencialidad por seguridad, incluyó un recorrido por el parque etnográfico de Güímar, un reencuentro con la viuda del científico y una ofrenda floral junto a su busto
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Después de un año especialmente convulso para la Familia Real noruega, marcado por problemas de salud, escándalos familiares y una reducción en la agenda oficial del monarca, los reyes Harald y Sonia de Noruega protagonizaron en marzo de 2024 una visita privada a la ... isla de Tenerife. Una estancia que se mantuvo en secreto por razones de seguridad y que ahora sale a la luz con nuevos detalles y testimonios exclusivos.
El motivo principal del viaje fue rendir homenaje al explorador y científico noruego Thor Heyerdahl, una figura clave en la arqueología experimental y gran embajador de Noruega en el mundo. El matrimonio real visitó el Parque Etnográfico y Jardín Botánico Pirámides de Güímar, un enclave ubicado a 26 kilómetros de Santa Cruz de Tenerife, que Heyerdahl fundó junto a su amigo Fred Olsen para preservar unas misteriosas estructuras escalonadas que identificó como templos solares.
Durante su visita, los reyes fueron recibidos por la viuda del explorador, Jacqueline Heyerdahl, y por la directora del parque, Alicia Barroso Martín. El encuentro fue especialmente emotivo, ya que, según relatan los implicados, hacía tiempo que no se veían en persona. «Fue un momento muy bonito», recuerda Barroso en conversación con 'El País', medio que ha publicado parte de la exclusiva. La directora también destacó que «para los noruegos, Heyerdahl es el embajador número uno en el mundo entero».
La visita guiada, que tuvo una duración de más de dos horas y fue realizada personalmente por Barroso en inglés, permitió al Rey Harald y a la Reina Sonia conocer en profundidad la labor que Heyerdahl y su esposa desarrollaron en Tenerife durante los últimos años de su vida. A lo largo del recorrido, la pareja demostró gran curiosidad, realizaron preguntas y compartieron anécdotas con la viuda del científico. «Es una gente muy normal, hablando con toda la naturalidad y muy cercanos. Les vi perfectamente», relató Barroso.
Pese a los problemas de movilidad del Rey Harald, que se desplazó ayudado por dos muletas, la pareja mostró interés y entusiasmo. Durante las paradas del recorrido, el equipo del parque les colocaba sillas para que pudieran descansar brevemente. «Nos pidieron que les lleváramos sillas», detalló la directora. Por su parte, la Reina Sonia se mostró especialmente activa y cercana: «Estaba de aquí para allá, sacando las fotos con su propio móvil. Muy activa, recordando viajes que habían hecho juntos. Ella es una persona muy curiosa», añadió Barroso.
Uno de los momentos más simbólicos de la jornada fue la colocación de una corona de flores junto al busto de Thor Heyerdahl en el Patio del Laurel, junto al Auditorio del Parque. Posteriormente, los reyes firmaron en el libro de honor y recibieron algunos obsequios con valor cultural y simbólico: un libro-catálogo del parque, una miniatura de la embarcación RA II, piezas de cerámica típicas elaboradas por el alfarero Pedro Benítez y unas cucharas tradicionales utilizadas por los antiguos guanches. También recibieron un ramo con los colores de la bandera noruega.
La estancia de los reyes en la isla, que según Barroso duró varias semanas, transcurrió con total discreción. El 23 de marzo, cuatro días antes de su visita al parque, el equipo de seguridad noruego, con apoyo de la Casa Real española, contactó con la dirección para organizar el recorrido sin levantar sospechas.
Tras su paso por el parque, solicitaron recomendaciones sobre qué visitar en Tenerife y más tarde enviaron cartas de agradecimiento. Sonia, en particular, quiso compartir sus impresiones personales con la viuda de Heyerdahl: «Resaltó los colores, los paisajes de contraste que había visto y que le habían impactado tanto. Dijo que Tenerife tenía mucho que ofrecer y que lo iban a recomendar», relató la directora.
Desde el Parque Etnográfico Pirámides de Güímar, subrayan que los reyes quedaron «profundamente impresionados por la oportunidad de aprender más sobre el importante trabajo de Thor Heyerdahl en Tenerife», y agradecieron el compromiso del centro por preservar el legado del científico.
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