Lo que nadie vio venir: la íntima amistad entre Íñigo Onieva y Juango Ospina, abogado de la familia de Edwin Arrieta

Son dos de los protagonistas indiscutibles de la actualidad en el último año por diferentes motivos, pero ambos sostienen una amistad que viene desde la infancia. Durante este tiempo, y además de la reciente representación de la familia del cirujano asesinado, Juango Ospina se ha labrado una carrera de éxito, ha escrito su propio libro y tiene amistades relevantes.

Aunque ya son varios los diarios que se han hecho eco de los lazos que les unen, «Lecturas» revela hoy sorprendentes detalles de esta conexión que comenzó a forjarse durante la infancia de ambos protagonistas y «se ha ido afianzando más con el paso de los años», según publica el medio español.

Los dos están en el mismo grupo de amigos, que se hacen llamar a sí mismos con el curioso nombre de «The Curris«, pero el apodo conjunto hace referencia a esa etapa de diversión y «hermandad elegida» que han mantenido todos ellos con el paso del tiempo, más allá de que se hayan producido bajas.

«Además, nos confirman que el penalista ha tenido que ser el abogado 'en más de una ocasión en asuntos de sus amigos', - como ha sido el caso de Íñigo, con el que bromeaba en su perfil de Instagram -, ganando siempre 'las fechorías' en las que se han visto envueltos», apunta «Lecturas» sobre fuentes próximas al entorno de ambos.

Esta unión se habría visto reflejada en muchas de las publicaciones de los dos, que incluso han viajado juntos, disfrutado de veladas hasta el amanecer y se han dado compañía mutua en los momentos clave. «No solo han participado en sus despedidas de soltero, sino que además han aprovechado para esquiar en equipo con sus colegas en la estación de Baqueira Beret, donde han aprendido las lecciones de Marc Pio y así lo hemos podido ver en la cuenta del instructor, al igual que en las del grupo, que ha dejado esas huellas en el valle y también en sus redes sociales, con imágenes absolutamente espectaculares», destaca «Lecturas».

Aunque Juango Ospina tiene 37 años y le separan tres años de Iñigo, nacido en 1988, esto no ha sido un impedimento para que su sólida amistad se forjara durante su adolescencia. «Han sido vecinos y ello les permitió coincidir en diferentes situaciones desde despedidas, bodas, encuentros familiares y aficiones«, afirma la revista.

Así, han estado juntos en sitios que van desde Sotogrande a Estocolmo o Budapest, entre otros muchos lugares, y también se han acompañado en las bodas con sus respectivas parejas, donde han ocupado un lugar importante cerca de los novios.

Mientras Íñigo Onieva afianza las bases de un matrimonio sólido junto a Tamara Falcó, Juango Ospina y su mujer, Blanca Saenz de Pipaon, llevan juntos más de dos décadas. Eso sí, su enlace fue bastante menos mediático que el de su amigo. Sin embargo, ahora sí se ve en medio del ojo del huracán por su decisiva participación en el juicio a Daniel Sancho.