La vida personal de Flavio Cobolli: su pasado como futbolista, su discreta novia y la relación con su padre y entrenador

Desde muy pequeño, Flavio mostró aptitudes tanto para el tenis como para el fútbol. De hecho, fue en Roma, donde su familia se mudó cuando él tenía apenas un año, donde sus habilidades futbolísticas no pasaron desapercibidas. Recibió atención de los cazatalentos del club AS Roma, quienes, al mismo tiempo, le permitieron seguir entrenando en las pistas de tenis. En sus primeros años, Flavio soñaba más con ser futbolista que tenista.

Sin embargo, el destino le tenía preparado otro camino. Como él mismo ha relatado, aunque fue tentado por los halagos de Bruno Conti, responsable de las categorías inferiores de la Roma, y su promesa de una brillante carrera futbolística, Flavio finalmente eligió el tenis. «Cuando me tocó elegir de verdad, me di cuenta de que jugando al fútbol no sentía emociones tan fuertes como cuando jugaba al tenis», confiesa Cobolli. A los 14 años, decidió dejar atrás la academia de fútbol y centrar su vida en el tenis.

Cabe resaltar que su familia ha sido clave en su carrera. Su padre, Stefano Cobolli, no solo fue un tenista profesional, sino también su entrenador desde los 17 años. Stefano, que ascendió hasta el puesto 236 del ATP, fue un pilar fundamental para que Flavio tomara la mejor decisión en su vida. A pesar de la intensa relación profesional, Flavio recuerda cómo su padre le aconsejó que se hiciera su propio camino antes de recibir su ayuda total en el tenis. Este apoyo fue crucial para que Flavio empezara a formar su propio estilo de juego, siempre con la mirada puesta en grandes ídolos como Fabio Fognini y, especialmente, Novak Djokovic.

A lo largo de su carrera, Cobolli ha demostrado una gran afinidad por la arcilla, una superficie que le ha dado muchas satisfacciones, y uno de sus sueños es conquistar el ATP Masters 1000 de Roma. En cuanto a su vida personal, Flavio es un hombre de tradiciones y afectos. Su amor por la comida italiana es conocido, y su plato favorito es la lasaña, un manjar que no puede faltar en su vida. Pero también es un gran aficionado al fútbol, sobre todo a la AS Roma, club al que ha seguido desde niño. De hecho, uno de sus amigos más cercanos es Edoardo Bove, jugador de la Fiorentina, con quien mantiene una relación de amistad desde la infancia, cuando ambos compartían el sueño de ser futbolistas.

No solo el fútbol y el tenis ocupan su tiempo; Cobolli también tiene una afición por los tatuajes, una pasión que refleja en su cuerpo. Entre sus tatuajes más significativos se encuentra uno con una cita de su ídolo, Daniele De Rossi, exjugador de la AS Roma, con la frase: «Eres mi única esposa, eres mi único amor». También tiene varios tatuajes en honor a su ciudad natal, Florencia, y su vida en Roma.

Matilde, la novia de Flavio Cobolli, es una figura central en su vida personal y aparece con frecuencia en las redes sociales del tenista. En su perfil de Instagram, Flavio comparte momentos con ella, dejando claro que Matilde es el amor de su vida.

A pesar de mantener su vida privada en un perfil bajo, la relación con Matilde es un pilar fundamental para Flavio. Aunque pasa largos períodos fuera de casa debido a su carrera, él mismo reconoce que la presencia de Matilde le da fuerza y es su principal motivación. Según Flavio, ella es la razón por la cual puede superar los momentos difíciles lejos de su familia y de Roma, su hogar.

En cuanto a su carrera profesional, Flavio ha sido una de las promesas más esperadas del tenis italiano. En 2023, logró ingresar al Top-100 del ATP y se destacó en torneos de renombre. En 2024, vivió su gran despegue al alcanzar el puesto número 30 en el ranking ATP, lo que lo posiciona como una de las grandes figuras de futuro del tenis mundial. Este ascenso culminó con su participación en las Next Gen ATP Finals y con victorias importantes, como su triunfo en el Grand Slam de Australia en 2024, donde venció a Nico Jarry.

Cobolli aún tiene mucho camino por recorrer, pero a su corta edad, ya ha logrado que todo el mundo esté pendiente de sus próximos pasos en el circuito. Sin duda, el futuro le pertenece.