Victoria Beckham sale a hombros de David tras su fiesta de cumpleaños más loca y especial

Fue el sábado cuando la madrugada londinense encontró su espacio para reunir a la alta sociedad en el club Oswald's. Allí estuvieron un centenar de amigos que quisieron celebrar junto a Victoria su medio siglo de vida. El colofón de la fiesta llegó al final, cuando David Beckham se echó a su mujer a las espaldas para sacarla del club en un gesto que todos han calificado como «la prueba de amor más definitiva». Empoderamiento máximo, declaración extrema.

Victoria la calificó como «la mejor noche de mi vida» a pesar de llegar al club con muletas por una lesión en el pie. Pero un accesorio tan vulgar no impidió que sus fans admiraran el vestido de su propia firma que llevaba, de color verde claro, sin mangas, con falda larga y semitransparencias dentro de un estilismo que completó con pulseras de diamantes en ambas muñecas.

Junto a ella estuvieron su marido y sus hijos, incluyendo a la ya popular Harper, la pequeña de la familia, de 13 años, junto a Brooklyn, Romeo y Cruz, que eligieron Dior para sus looks. Solo faltó Nicola Peltz, la esposa de Brooklyn, que se quedó cuidando de su abuela enferma.

Una de las sorpresas de la noche fue la presencia al completo de las Spice Girls. Emma Bunton, Melanie Chisholm y Melanie Brown y Geri Horner se unieron a Victoria durante un momento de la noche para cantar y así lo inmortalizó el propio David Beckham en un vídeo.

Por supuesto, no faltaron amigos de la farándula, gente tan conocida como Guy Ritchie, Salma Hayek, Eva Longoria o Dave Gardner, el mejor amigo y socio empresarial de David, así como las parejas formadas por Rosie Huntington-Whiteley y Jason Statham, y Marc Anthony y su esposa, la modelo Nadia Ferreira. O Gordon y Tana Ramsay, entre otros. La crema de la sociedad londinense.

Buena parte de los focos quedó para otra de las grandes estrellas del firmamento mundial, y más concretamente del cine. Se trató de Tom Cruise, quien hizo cierto ruido al entrar porque se llevó por delante a uno de los fotógrafos, a quien pidió reiteradas disculpas por el pequeño e involuntario incidente.

Los Beckham no repararon en gastos porque todos saben que estas cosas les gusta hacerlas a lo grande. Ofrecieron a sus invitados entrantes y platos de inspiración italiana que incluyeron carne y lubina, así como botellas del carísimo Chateau Mouton Rothschild, valoradas en 3.500 euros, junto a champán por valor de 600 euros la unidad.

Y, por supuesto, tampoco faltó un enorme pastel de cumpleaños para Victoria ni un romántico discurso de David Beckham que hizo saltar alguna lagrimilla a varios de los presentes. Hasta la habitualmente hierática Victoria se emocionó.

Pero la imagen por la que será recordado el fiestón será esa en la que Beckham se echó a hombros a su amada para aliviar sus dolores de pies. Lo hizo sin perder la compostura y con toda su clase habitual, con su mujer a su espalda luciendo gafas de sol. Trasladó a Victoria hasta el vehículo que les esperaba con toda la familia a casa y enfilaron el camino a casa. Así es David Beckham, todo un caballero inglés.