Valeria Vegas: «Sentía que cada día era uno menos de vida. Ahora, si me muero, lo haría feliz»

Analizando sus libros anteriores, es imposible no destacar que todos se centran en personajes femeninos, algo que, según nos cuenta, «no es intencionado». «El verdadero reto de mi vida sería escribir una buena historia de hombres o que tuviesen un papel importante en mis proyectos literarios», añade Vegas. Además, señala que «si tiro por lo mitómana que soy, seguro que encontraría inspiración en iconos antiguos como Alain Delon. Pero no me suscitan tanto interés».

Valeria, férrea seguidora de las artistas que abrieron camino a otras tantas en una época marcada por el machismo, lamenta que cuando estas llegan a una avanzada edad «parece que los méritos se esfuman». Para la televisiva, España es un país ingrato con lo que respecta a este asunto: «Cuando están bien, nos volcamos. Y cuando se hacen mayores dejan de ser, para nosotros, las estrellas que han sido. Hay cierto edadismo». «No nos damos cuenta que el legado que dejan con su profesión nos acompañará toda la vida», apunta.

Por este motivo y para que «la gente joven la conozca», Vegas se encuentra inmersa en la grabación de un documental sobre la vida de Nadiuska que verá la luz en 2023: «Es la historia más trágica del cine español. Fue un icono de los años 70 y lleva mucho tiempo desaparecida. Hay gente que piensa que ha muerto o que está recluida en un hospital psiquiátrico. Me apetece que vuelvan a colocarla en el lugar que siempre estuvo».

La proyección pública que le ha otorgado su profesión ha favorecido que pueda alzar su voz para reivindicar el activismo transexual, algo que le ha reportado mucho cariño de aquellos que están comenzando con el proceso de reasignación sexual: «Me han llegado a hablar padres diciéndome que gracias a la serie de La Veneno -basada en su libro sobre la vida de televisiva- comprenden mejor lo que le pasa a sus hijos». También destaca, visiblemente orgullosa y emocionada, que «hace unas semanas una mujer me escribió diciéndome que le había puesto Valeria a su hija por la serie».

En su caso, «siempre tuve claro quién era». Sin embargo, no fue hasta cumplir los 20 años cuando decidió dar el paso: «Me di cuenta que no quería seguir viviendo así. Sentía que cada día que pasaba era uno menos de vida. Lo sentía muy dramático. Ahora, si me muero, lo haría muy feliz». Y en este largo camino contó con el apoyo de su entorno más cercano al que define como « muy protector» dadas las circunstancias. También explica que ha tenido «mucha mano izquierda y tacto»: «Cuando comencé la transición estaba en una universidad católica. Yo no tenía el DNI cambiado y fui profesor por profesor pidiéndoles que me llamasen por el apellido».

Vegas insta a que aquellos que atraviesan la misma situación opten por buscar su felicidad ajenos al que dirán: «Cuando algo nos ronda la cabeza, es algo inequívoco, que sientes y quieres. Si te genera frustración es por algo. Si tienes un dolor interno que ves que se pronuncia, hay que dar un paso al frente. Animo a que la gente sea feliz, no solo para transicionar, sino que vean que somos libres. Muchas veces somos nosotros mismos los que nos paramos». Y si tuviera la oportunidad de dirigirse a la Valeria de 15 años le diría que «no se amargase porque iba a encontrar la felicidad y la estabilidad. Le diría que disfrute por el camino que cuando tienes esa edad no disfrutas y estás muy pendiente de lo que opina el resto».

En el ámbito televisivo, la periodista sueña con tener «un programa donde entrevistar a intérpretes, de ahora y de toda la vida, o un programa dedicado al cine de terror. Soy una fanática». Eso sí, por el momento no se ve participando en ningún reality show -«no he sentido la palpitación de hacerlo»- pese a que sí se lo han propuesto hasta en dos ocasiones: «Me ofrecieron participar en la 'Sálvame Snow Week', donde el ganador se convertía en colaborador del programa y, el año pasado, me propusieron ser concursante de 'Supervivientes', pero no me veía allí. No es por una cuestión de prejuicios, es porque no estaría cómoda».

La periodista siempre ha defendido con ímpetu sus principios y valores. El mismo con el que ha intentado que su vida privada no trascienda a la esfera pública y discernir su trabajo de su privacidad. No obstante, Valeria explica a ABC que «llevo casi 15 años con un señor maravilloso, 14 años mayor que yo, y que considero que es el amor de mi vida. Me quiere, me comprende, me anima. Discutimos y rápidamente nos reconciliamos. Me siento muy mimada por él. Siento que tengo mucha suerte de tenerlo en mi vida». Una feliz historia para una incansable luchadora que ya saborea las mieles del éxito en todos los ámbitos.