Valeria Ros habla sin tapujos sobre su difícil adolescencia viviendo en el País Vasco: «Yo soy de Getxo y me veían como una pija española»
La humorista se sincera y explica lo dura que fue esta etapa de su vida en Vizcaya
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Valeria Ros habla sin tapujos sobre su difícil adolescencia viviendo en el País Vasco: «Yo soy de Getxo y me veían como una pija española»
A sus 39 años, Valeria Ros puede presumir de una trayectoria profesional envidiable. Tras estudiar la carrera de Comunicación Audiovisual en la Universidad Pontificia de Salamanca, se mudó a Madrid, donde ha logrado consolidarse como una de las guionistas, cómicas, presentadoras y ... escritoras más existosas de nuestro país.
Sin embargo, para conocer cómo Valeria Ros ha llegado hasta aquí, hay que echar un vistazo al pasado. La monologuista nació el 5 de octubre de 1986 en Getxo, Vizcaya. Aunque ya lleva muchos años fuera del País Vasco, es allí donde ha pasado la mayor parte de su vida.
En una entrevista para el podcast 'El Sentido de la Birra', Valeria se ha sincerado y ha hablado sobre cómo fue su dura adolescencia en esta región de España a principios de los 2000.
Valeria Ros se sincera y habla sobre su dura adolescencia en el País Vasco en los 2000
Valeria Ros ha acudido al podcast 'El Sentido de la Birra', donde ha hablado de su adolescencia en el País Vasco. La cómica se ha sincerado y ha asegurado que «fue dura». «Yo soy de Getxo, que es el sitio más pijo que hay. Toda la vida me han visto como una pija española», sostiene.
«El euskera me parece cultura, pero no saber la lengua te hacía sentir un poco acomplejada»
Valeria Ros
La presentado indica que no la aceptaban porque su nombre, Valeria López-Tapia Velasco, «no era en euskera». «Ahora ya han cambiado las cosas. Con la edad te da igual un poco todo», señala. No obstante, Valeria considera que es «una pena» porque le gustaría conocer bien esta lengua. «La he aprendido en el colegio, pero no soy bilingüe. Me parece cultura y es enriquecedor, pero el hecho de no saberla te hacía sentir un poco acomplejada», lamenta.
La humorista explica que en esa época los jóvenes del País Vasco solo tenían dos opciones: «Ir con los que llevaban vida muy española o intentar involucrarte en el pueblo normal». Ella, en su caso, afirma que ha sido «bastante normalita», pero siempre ha pensado que no era lo suficientemente vasca. «Me lo han hecho sentir toda la vida», sentencia.
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