Tras su ruptura con el juez Pedraz, Esther Doña encuentra consuelo en un atractivo empresario

Pero sus palabras cayeron en saco roto ya que la entrevista salió indignando al juez y apareciendo en otra exclusiva del corazón junto a la que ya era su ex novia. Si había alguna posibilidad de reconciliación -que no la había-desde ese momento ya era totalmente imposible hasta la comunicación entre ambos. Y es que aunque aún no ha trascendido el motivo final de su adiós lo que sí se sabe son las situaciones tensas que habían vivido en un verano lleno de dudas y muchos viajes a Ibiza donde precisamente Doña regresó para apartarse del mundo y hasta desconectar de todos sin coger llamadas y vivir ese momento en el barco de un amigo donde ya se comenta en su entorno que ha encontrado el consuelo.

A pesar de lo desolada que se muestra e sus últimas declaraciones asegurando que el juez la ha dejado por un mensaje (fuentes de la pareja insisten en que antes de ese mensaje hubo una conversación y hasta la decisión de sacar algunas de sus pertenencias del piso de Esther en Majadahonda pero que el diálogo era imposible con ella).

Lo cierto es que la marquesa viuda estaría viviendo una nueva ilusión junto a un importante empresario industrial cuyo barco ya ha conocido en Ibiza y con quien planea nuevas escapadas siempre intentando evitar que esta amistad salga a los focos con el fin de proteger la intimidad de lo que estén viviendo. No romperé el misterio de quién es él salvo en que responde al nombre de Bruno R. y que es un atractivo hombre de situación muy acomodada gracias al éxito que tiene con sus empresas.

Así al menos me aseguran en el entorno de Esther Doña quien ha sorprendido con unas declaraciones públicas comparándose con la ex novia de Pedraz, la abogada Silvia Córdoba, al afirmar que a las dos Pedraz las dejó por un mensaje.

Si con estas palabras Esther busca la comprensión o complicidad de la letrada me temo que también caerán en saco roto ya que es la propia Silvia quien me asegura que su final no fueron dos frases sino un largo email y que «conmigo no tiene nada que hacer en cuanto amistad ya que parece que se le ha olvidado todo lo que me ha hecho. Que ella vaya por su lado que yo seguiré por el mío», advierte.