La trágica vida de la actriz que acusa a sus aristócratas padres de abusos sexuales

El pasado mes de julio y a través del bufete de abogados Le Morne Brabant interpuso una querella contra sus padres y unos amigos de estos en el juzgado de Instrucción número 6 de Talavera de la Reina por un supuesto delito de agresiones sexuales continuadas. La querella fue admitida a trámite aunque ahora están a la espera de obtener una respuesta a la orden de protección solicitada y que le impide hacer una vida normal. Usa varios móviles y suele cambiar de vivienda con frecuencia por temor a que su familia tome represalias contra ella. «En la querella viene detallado un hecho reciente, en concreto en abril de 2021 cuando ella es violada en el hotel Liabeny de Madrid. Nos limitamos a poner la denuncia con las pruebas y hechos que ella nos trajo», explica su abogada Esther Romero.

En la querella que ha podido examinar este periódico se adjuntan imágenes de las lesiones, partes médicos, correos electrónicos de su madre y hasta una prueba del polígrafo que se le ha realizado y con la que la defensa de Paz intenta probar las agresiones sexuales continuadas. La decisión de presentarla en los juzgados de Talavera tiene una explicación «la mayoría de los hechos que relata pasan en una finca que su padre tiene en el partido judicial de Talavera, y estar tan presente en Madrid le daba bastante miedo», asegura su abogada.

En la querella puede leerse; «mi representada viene sufriendo desde hace años reiterados episodios de agresión sexual por parte de su padre, D. Ricardo Ignacio de la Huerta, quien de común concierto con su mujer, D. Judith Bruce, planearon en diversas ocasiones acudir a la Finca 'El Verdugal' en Oropesa, Toledo, propiedad de los mismos, un escenario alejado de la ciudad, a fin de consumar dichos actos de violencia sexual en dicha finca y propiciar que determinados amigos participaran en estos encuentros, anulando para ello la voluntad de la demandante mediante el uso de fármacos y sustancias estupefacientes, y ejerciendo sobre ella fuerza y violencia sexual que de ser consciente mi patrocinada jamás hubiese consentido». También se solicita la declaración en calidad de investigadas de Cristina de Heeren, a la que se le acusa presuntamente de haber participado en los hechos denunciados y haber gestionado la reserva del hotel donde tuvo lugar uno de los diversos episodios de violencia sexual y de Almudena Arzuaga y Stella Larbi, última mánager de la actriz, que al parecer fue la encargada de alquilarle una vivienda durante su estancia en la capital entre los años 2020 y 2021.

Es curioso que solicite investigar a la aristócrata Cristina Heeren, afincada en Sevilla donde regenta una academia de flamenco y una fundación que lleva su nombre. Y es que fue en su casa donde se refugió cuando interpuso su primera denuncia por abusos sexuales, en este caso contra el exproductor de Hollywood Harvey Weinstein.

Por aquel entonces, el nombre de Paz de la Huerta traspasó fronteras al conocerse que fue una de sus víctimas sexuales. La actriz confirma que ha cobrado miles de euros de indemnización aunque ahora ha vuelto a poner el caso en manos de unos abogados de Nueva York. «Estoy convencida de que fue mi madre quien me arrojó a los brazos de Weinstein. Además si hubiese testificado hubiera ganado más dinero, porque yo era de las peores víctimas, porque me vendieron a él con 13 años», relata aún angustiada.

«Soy la única que no ha explotado su dolor. Mi caso es el más extremo, han intentado desacreditarme, han dicho que estaba loca. No solo he sobrevivido a Weinstein, también a una infancia poco convencional», aseguraba hace unos años en una entrevista a la revista 'Vanity Fair'. Precisamente en este encuentro ya daba pistas de su oscuro pasado y definía a su padre como un hombre con «alma de cowboy, muy excéntrico y que debería haber sido actor».

Paz vivió con sus padres en Manhattan y reconoce que empezó a beber desde muy joven aunque hace años que consiguió rehabilitarse «quieren decir que estoy loca y que tengo droga en mi sistema pero no es verdad. Ahí están las pruebas, lo único que quieren es silenciarme», denuncia. Este periódico ha intentado contactar con ambos progenitores para conocer su versión de los hechos, pero no han respondido a las llamadas.

Paz ha grabado un pódcast con la actriz Julia Fox relatando estos mismos hechos y ha comenzado dice a recuperar su vida. En breve comenzará el rodaje de dos películas, una de ellas en España, aunque prefiere no dar más detalles por miedo a su familia. «Me han explotado a todos los niveles, profesional y sexualmente. Intentan silenciarme, por eso confío en la justicia y en que no voy a tener que seguir huyendo», asegura antes de despedirse.

«Sostenemos una acusación y la queja es a nivel judicial. Cuando solicitas una orden de protección, la ley exige que se resuelva en 72 horas. A nosotros ni nos han citado. No podemos recurrir porque no nos han contestado ni sí, ni no. Lo que sí hemos hecho es presentar una queja a la Audiencia Provincial recusando a la jueza y registrar varios escritos al juzgado diciendo que nos parece una barbaridad esta forma de actuar con un víctima de abusos sexuales reiterados. Incluso hemos presentado una queja frente al Consejo General del Poder Judicial. Paz dice que como su padre es noble puede haber una mano negra, pero yo me inclino por la falta de respeto de la justicia», explica a ABC, Esther Romero, abogada del bufete Le Morne Brabant. Tampoco a día de hoy, han sido citados a declarar algunos de los implicados en el caso.

D. Ricardo Ignacio de la Huerta (conocido como Iñigo), en su calidad de padre, Dª. Judith Bruce, como madre, invocando el ejercicio del derecho de rectificación de la L.O. 2/1984, con relación al artículo anterior, se han dirigido a este medio solicitando que se publique que 1) No he tenido implicación de ningún tipo en los abusos sexuales que, en su caso, haya podido padecer mi hija Paz de la Huerta. Como padre, no puedo más que lamentar profundamente que eso le haya podido ocurrir a una hija mía. 2) Es falso que a los 13 años (ni a ninguna otra edad) la vendiéramos a Weinstein (ni a ninguna otra persona). De hecho, nunca he conocido a Weinstein. 3) Hasta la fecha, ningún órgano judicial se ha dirigido contra mí por los hechos narrados en la noticia. Me personaré en los Juzgados de Talavera a la mayor brevedad para conocer el estado de las actuaciones. 4) En relación con la afirmación consistente en que "este periódico ha intentado contactar con ambos progenitores para conocer su versión de los hechos, pero no han respondido a las llamadas", no tengo conocimiento alguno de dichos intentos de contacto." Adicionalmente, Dª. Stella Larbi y Dª. Cristina Heeren de Noble, han remitido sendas comunicaciones en el ejercicio del mismo derecho en términos análogos a los transcritos, solicitando adicionalmente que conste que como amigas de la familia y de la propia Paz de la Huerta, tampoco han tenido implicación de ningún tipo en los abusos sexuales que en su caso haya podido padecer, ni en ninguno de los escabrosos hechos que se relatan, incluyendo Dª. Cristina Heeren que su intervención se ha limitado, por su vinculación y afecto hacia su familia, a ayudar económicamente a Dª. Paz de la Huerta cada vez que se lo ha solicitado y que habiendo tenido conocimiento por el artículo de ABC, se ha personado en los Juzgados de Talavera de la Reina a través de representante legal, a quien han informado que la querella se ha archivado."