El top 10 de las 'celebrities' más influyentes de nuestro país este 8M

La baronesa Thyssen, Tita para los amigos, es un caso de superación que merece una miniserie: de miss España a albacea de la mayor colección privada de arte del mundo, de esposa de Tarzán a señora de una de las grandes fortunas de la aristocracia europea. Y ahí la tienen, negociando con presidentes de Gobierno de tú a tú el destino de su museo. El karma: ha tropezado con una nuera dura de pelar.

Ana Rosa Quintana, AR, con sus homilías vespertinas y los palos de su sobrino, lucha por hacerse con el trono de las tardes en televisión. Por ahora no puede, pero su productora, Unicorn Content, triunfa con otros formatos en otras franjas. Es la 'Ciudadana Kane' del audiovisual patrio.

Acaba de rodar un anuncio para Chanel con el mismísimo Brad Pitt. Ahí es nada. Penélope Cruz es nuestra estrella más internacional. Tiene un Oscar y rozó la candidatura por 'Ferrari'. Todo papel, por pequeño que sea, lo engrandece con su talento.

Cristina Pedroche es mucho más que la percha del vestido de las Campanadas, ahora es creadora de un anillo con su leche materna. La maternidad la ha transformado: también se ha tatuado en el antebrazo las olas uterinas que tuvo durante el parto. Presentadora y madre compulsiva.

La modelo y actriz Ester Expósito, protagonista de series y de la canción de Dani Martín, con sus más de 26 millones de seguidores, es el referente de la generación Z. Aitana era esa chiquilla a la que hemos visto hacerse mujer cantando y contoneándose en los escenarios, para sorpresa de los padres de muchos de sus jóvenes seguidores, que la han visto sufrir por sus mal de amores. Y Rosalía, la Motomami, la voz que fusiona géneros, que explora mundos musicales, que escapa a las etiquetas y nos sorprende mostrando las inquietudes de su corazón, ahora entregado a Jeremy Allen White. Que no se les rompa el amor de tanto usarlo.

En estos tiempos en que muchos conceptos son líquidos, el trabajo no podía escapar a la moda. Para Tamara Falcó, por ejemplo, trabajo duro es preparar una boda, que para eso invirtió días y noches como si fuera el negocio de su vida, que en cierto modo lo fue. Pero la televisión el salvó el currículo: 'MasterChef', 'El desafío' o 'El Hormiguero' le han permitido añadir colaboraciones que no sean publicidades con marcas de lujo. O para Georgina Rodríguez, cuyo concepto del trabajo es pasar horas comprando en 'boutiques' o haciéndose tratamientos de belleza. Georgina es el producto, por eso invertir en ella es mejor que hacerlo en Bolsa. En eso no le falta razón.