La sorprendente revelación de Edmundo Arrocet que cambiaría el reparto de la herencia de María Teresa Campos

Hace unos días, Carmen Borrego se estrenaba como colaboradora de 'Vamos a ver', y cargaba duramente contra Edmundo Arrocet. Rotunda, la hermana de Terelu Campos reconocía que el humorista era «lo peor que le pasó a mi madre en la vida», soltaba sin dudar. «Va diciendo que nosotras no nos hemos ocupado de mi madre. Este señor hace más de tres años que no está en nuestra vida. No sabe nada», concluía.

Ahora es el turno de Edmundo, quien ha decidido hablar por primera vez, tras la muerte de María Teresa Campos, en la revista 'Diez Minutos'. El que fuera pareja de la presentadora durante casi seis años, ha viajado a nuestro país para conceder una exclusiva. 'Bigote' reconoce que aunque el amor se marchitó hace cuatro años, aún la quiere, la respeta y la recuerda como una persona «abierta, afable, simpática y muy alegre».

El que fuera novio de la presentadora, reconoce que fueron seis años en los acabaron viviendo juntos en la casa y, según desvela, no hizo más que proteger a la periodista. «No solo fui cuidador nocturno, me ocupé de arreglar y solucionar los múltiples problemas que surgían», afirma. «En los seis años que estuve en casa de Teresa, Terelu solo fue 10 u 11 veces y Carmen ni eso... Los únicos que iban mucho y les tengo un inmenso cariño es Alejandrita, que pasaba horas con la abuela. Y José María, que vivió un tiempo en casa». Reconoce que fue una época donde «todo fue muy bonito, no tengo nada que reprochar», asegura Edmundo cuando le preguntan por sus convivencia con María Teresa a quien amó «mucho, mucho, mucho».

Sin embargo, pese a ese gran amor, y a la insistencia de ella, nunca dieron el paso de contraer matrimonio. A María Teresa le hubiese gustado mucho. «Estaba pensando, somos mayores y si yo me muero, se pierde la pensión. Si nos casamos, la pensión se queda para ti», reconocía el chileno. Un detalle importante, el de la boda, que podría haber cambiado muchas cosas puesto que, incluso en el caso de que no se hubiera dejado testamento, el cónyuge viudo tendría derecho al usufructo de un tercio del total de la herencia.

Pero ante la negativa de Edmundo y a los continuos rumores de infielidad, la relación teminó por romperse. «La iban intoxicando con falacias y desarrolló una desconfianza que no se correspondía con la realidad», dice Edmundo asegurando que «jamás» fue desleal. «Eran temas de celos. La desconfianza fue ajando la relación», insiste. «Dicen que yo era un chulo. No tengo la necesidad de chulear a nadie. Siempre que íbamos de viaje lo pagaba todo yo. El disco también lo pagué yo.», comenta al medio y finaliza explicando que no puede decir nada negativo de Teresa porque para él, la malagueña es «inolvidable».