Sheila Ebana, la figura clave en la carrera de Lamine Yamal

Originaria de Guinea Ecuatorial, la madre de Yamal emigró a España muy joven. Llegó a Barcelona donde trabajaba en el sector de hostelería y conoció a Mounir Nasraoui, padre del jugador, con quien mantuvo relación hasta los tres años de Lamine. Un año después decidió apuntar a su hijo en los entrenamientos del C. F. La Torreta a donde lo llevaba con mucha constancia y disciplina. Para poder acompañarlo, pidió ser transferida de su trabajo en Mataró hasta el municipio de Granollers y así poder estar cerca durante la formación deportiva de su hijo.

En varias entrevistas el futbolista ha expresado la importancia del apoyo que su madre le brindó en sus primeros años. Afirma que ella siempre resaltaba «lo bonito» de las cosas y que a pesar de estar pasando por dificultades, nunca lo dejó lamentarse. Por el contrario, le animaba a agradecer y confiar en que 'vendrían tiempos mejores'. Además, expertos y analistas deportivos coinciden en que, parte del éxito del jugador se debe a la seguridad y estabilidad emocional que su madre le ha proporcionado.

Alrededor de Yamal se erige una burbuja mediática que involucra a su padre, las exorbitantes cantidades de dinero que percibe el jugador y sus gustos en ocio y entretenimiento, pero todo ello es algo que no salpica a Sheila. La mujer resalta en toda esta historia por ser el ejemplo de perseverancia y resiliencia para el extremo del Barça.

Actualmente, Sheila vive en la comarca de El Maresme y ha apelado por llevar una vida tranquila, fuera de polémicas y viralidades. Comparte morada con su actual pareja y cría a Keyne, hermano menor de Lamine. La relación con su hijo mayor es muy cercana y él mismo asegura que su madre es el 'polo a tierra' que le anima a vivir una vida sencilla y a conservar la humildad por encima de todo.

A diferencia de Mounir (padre de Yamal), Sheila se maneja discretamente en redes sociales y aunque no pasa desapercibida, sus publicaciones se mantienen al margen del lujo, la ostentación y la extravagancia que rodean al futbolista y a su padre. Sin embargo, ella siempre está al lado de su hijo en cada partido y le ofrece su apoyo incondicional.