FOTOMATÓN

Shakira va siempre subida al reprís

Es un triunfo que no se corta. Le saca un alboroto único a la cadera. Y los demás le vamos ya sacando novios hasta que acertemos

Shakira, Tom Cruise y Lewis Hamilton, un triángulo amoroso

Shakira en el 'Billboard Latin Women In Music' GTRES

13/05/2023 a las 03:41h.

Shakira es novedad porque le vamos buscando novio. Que si entra con Tom Cruise, que si sale con Lewis Hamilton. Pero la verdad sólida, de momento, es que vive en Miami, y que le han dado un premio de 'Mujer del año' ... . Eso, y que por ahí rueda desde ayer su canción última, 'Acróstico'. Está más Shakira en España que antes, cuando vivía con Piqué. En los años ya lejanos en que iba en secreto con Piqué, allá en prehistorias del Mundial de Sudáfrica, la prensa le sacó el tema, y ella bailó el asunto a su manera: eso es el waka-rumor.

Lo que hay que hacer con los rumores es darles tiempo, incluyan o no incluyan waka-waka, que suelen incluirlo. Naturalmente, es lo que toca ahora, mientras le vamos reuniendo novios. Con Piqué, remató una pareja imbatible, casi, de guapos, ricos, jóvenes y archifamosos. Hasta que la pareja se acabó, o no tanto, porque Piqué ha resultado la musa macho de la Shakira del gran regreso, la de ahora mismo, porque el desamor anima mucho los cancioneros.

Antes de la soltería en curso, hizo un documental sobre una gira, más alguna punta de vida privada, Piqué incluido. Se tituló 'El dorado World Tour', pero podría llamarse 'Apoteosis Shakira, biografía de una cadera'. Ahí decía ahí Shakira que a ella no le dio la vida «el botón del punto medio», y es verdad, porque es chavala que siempre va subida al reprís. Y más ahora, de nuevo. Si nos fijamos, parece que hay varias Shakiras, porque tiene tajo abierto y diverso en todo el mundo, pero Shakira sólo hay una, y no hay más que verla.

Yo nunca la olvidaré en aquel día en que se pilló de pareja a Rihanna, para un videoclip de melómanos del erotismo. Iban las dos de dúo provocador de bañadores negros, reinventando la lencería de piscina sin piscina. Creo que el show lo vio una muchedumbre de cien millones, en un pispás, y por ahí prospera, aún. Existe la aldea global, que somos todos, y existe la rubia global, que es Shakira, y muy pocas más. Lo mismo pone en pie de entusiasmo la noche de Rio de Janeiro, desde el escenario, que se va a ver a Obama, con el pelo recogido, porque la nombraron figura imprescindible en un comité para mejorar la educación de los hispanos.

Entre una cosa y la otra, entre canción y recepción, igual compraba una isla en las Bahamas para reinventar el lujo del turismo, arrastrando en la empresa a Miguel Bosé o Alejandro Sanz. Shakira resultó el ombligo del himno de un Mundial histórico, el del 'Waka-Waka', y antes y después cumple como la emocionante cadera latina con más gracia y más gancho. Acaso es el ombligo de los videoclips en curso, precisamente porque Shakira es mucho más que un ombligo famoso y planetario. Acaso lo contrario, si nos fijamos bien. Shakira es un triunfo que no se corta. Le saca un alboroto único a la cadera. Y los demás le vamos ya sacando novios hasta que acertemos.