Bob Dylan, contra los hipócritas de la música
POR EMILI J. BLASCOCORRESPONSALLONDRES. Un Bob Dylan metido a pintor -el sábado se inaugura en Londres una exposición de sus cuadros, en medio de una gira por Europa que incluye varios conciertos en
POR EMILI J. BLASCO
CORRESPONSAL
LONDRES. Un Bob Dylan metido a pintor -el sábado se inaugura en Londres una exposición de sus cuadros, en medio de una gira por Europa que incluye varios conciertos en España- ha descubierto un mundo creativo distinto del musical, y ... la comparación resulta odiosa. «El mundo de la música es una pandilla de basura hipócrita maquillada», ha dicho, haciendo gala de su máxima de nunca quedarse a medias.
Su experiencia de escribir «Chronicles», memorias publicadas en el año 2004, y su cada vez más seria incursión en el mundo del arte a través del dibujo y la pintura le han permitido entrar en contacto con una industria cultural que considera más «seria» que la musical.
Más honestos
«Sé que la gente de la literatura es mucho más sensata. ¿Y en el mundo del arte? Por los pasos que ha dado en él diría que sí, que la gente es honesta, va de cara y piensan lo que dicen. Básicamente son lo que ellos dicen que son, no son pretenciosos», ha declarado en una entrevista con el diario «The Times». Según Dylan, «habiendo estado en el mundo de la música la mayor parte de mi vida, puedo decir que éste no es así; digamos que es menos serio».
Todo ello viene a cuento de la carrera como pintor que ha emprendido el cantante. A sus 67 años está realizando su primera exposición artística, que ahora llega a Londres procedente de Alemania. El sábado se inaugurará en la galería Halcyon de la capital británica «The Drawn Blank Series», con la presentación de algunos de los trescientos gouaches y acuarelas en los que Dylan ha puesto color a partir de versiones primeras en dibujo.
En realidad, el interés por esta expresión artística le viene de la adolescencia. A los veinte años se sintió atraído por Matisse, Monet y Gauguin. Luego cogería el lápiz para dibujar de vez en cuando, hasta que hace dos décadas alguien vio sus bocetos y hubo una oferta de la editorial Random House.
«Me dieron un cuaderno de dibujo, me lo llevé conmigo y volví con él al cabo de tres años. Dibujé lo que me gustaba y donde me apetecía. La idea era hacerlo siempre sin afectación y presentar una especie de panorámica del mundo como yo lo veo», ha señalado. El resultado son habitaciones de hoteles o calles vistas desde la ventana, con mujeres a las que Dylan pidió que posaran. Todo ello fue publicado en 1994 en el libro «Drawn Blank».
Luego una galerista de Alemania le pidió permiso para organizar una exposición con esos dibujos, y el cantante no sólo accedió, sino que la empresa fue a mayor. Los dibujos fueron ampliados digitalmente y sobre ellos Dylan ha puesto color.
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