La segunda parte de la biografía no autorizada amenaza la reputación de Carlos Gustavo de Suecia
El periodista Tomas Sjöberg, que ya en 2010 generó una grave crisis de legitimidad con su libro 'El monarca reacio', lanza una segunda parte: 'El jefe: la historia de un escándalo'
El Rey Carlos Gustavo de Suecia celebra por todo lo alto su Jubileo de Oro
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Iniciar sesiónTras realizar una exitosa visita oficial a Alemania, en la que ha cumplido con delicadas misiones políticas y económicas, la princesa Victoria de Suecia se enfrenta a un nuevo escándalo al llegar a casa. Ha sido convocada a reuniones con los reyes de Suecia, ... Carlos Gustavo y Silvia, en las que la Familia Real sueca articula su respuesta al nuevo libro publicado por el periodista Tomas Sjöberg, que ya en 2010 generó una grave crisis de legitimidad con su libro 'El monarca reacio' y que ahora lanza una segunda parte: 'El jefe: la historia de un escándalo'.
Esta vez se centra, según el mismo autor ha precisado en comunicación con ABC, «en todos los acontecimientos dramáticos que ocurrieron antes, durante y después del lanzamiento» de su anterior libro, que narraba el romance del rey con la exótica belleza Camilla Henemark, durante varios años a finales de los noventa. Sjöberg relata «los intentos para impedir la publicación del libro, las amenazas y la campaña de difamación contra mí y mis colegas, así como las negociaciones entre los amigos del rey y el inframundo para silenciar a nuestra fuente, Mille Markovic, y comprar fotografías comprometedoras del rey que decía tener».
'La Camilla sueca' es una conocida cantante y actriz de padre nigeriano y madre local, que según aclara Sjöberg estuvo involucrada en la campaña electoral del Partido Socialdemócrata Sueco en los 90, actualmente soltera pero casada con el director de cine Anders Skog y relacionada durante años con la estrella pop Stakka Bo, cuyo verdadero nombre es Johan Renck, actualmente director de cine.
Según este segundo libro de Sjöberg, Camilla Henemark fue amenazada para que guardara silencio sobre su relación con el rey Carlos Gustavo. «Henemark informó que uno de los amigos del rey le había advertido. 'Cállate', le dijo», afirma el periodista, que abunda también en el problema que supone, o al menos habría supuesto en el pasado, el círculo de amigos del rey: «Muchos de ellos tenían o tienen contacto con el hampa. En el círculo de amigos más íntimo del rey había un hombre que producía pornografía infantil», dice. La Casa Real sueca no responde a la publicación ni a sus afirmaciones, a pesar de que Sjöberg asegura que «es totalmente absurdo suponer que no tenga pruebas de las cosas que afirmo en el libro: al contrario: tengo documentación sólida».
Marido, padre y abuelo ejemplar
Aunque se trata de hechos que datan de hace ya tiempo, los suecos todavía están parcialmente conmocionados y el libro podría reabrir viejas heridas. El monarca, cuyo nivel de popularidad se mantiene en buen estado de salud, vive su vejez convertido en un marido, padre y abuelo ejemplar. Ha logrado corregir y superar la imagen de un marido infiel que se divertía en clubes de alterne con las llamadas 'coffe-girls', coqueteaba con la mafia, participaba en orgías multitudinarias y mantenía el citado romance con la cantante del grupo Army of Lovers.
El anterior libro agotó en un día los 20.000 ejemplares de la primera edición. La segunda parte comienza con nuevas y explosivas confesiones de Camilla Henemark: «Si me pasa algo, quiero que mi historia quede documentada», dice, en un vídeo de 18 minutos de duración en el que describe el curso de su relación con Carlos Gustavo, que se prolongó hasta 2002 y en el que confiesa que teme ser asesinada porque algunos de los involucrados en el escándalo sexual murieron después misteriosamente.
El conde Carl Adam Lewenhaupt, de quien se dice que había establecido contactos con mujeres para las fiestas del rey, se ahogó inexplicablemente en 2017. Y la propietaria del club de striptease Mille Markovic, de quien se dice que incriminó a Carl Gustaf con fotografías falsas, fue asesinada en 2014 con cuatro disparos en la cabeza. El asesino nunca fue encontrado. Camilla asegura que a ella también la siguieron coches del servicio secreto sueco, su teléfono fue intervenido e incluso una vez la policía la detuvo y la retuvo en un hospital psiquiátrico durante días. Sospecha que «quieren quitarme de en medio para proteger la reputación del rey». Tan pronto como se conoció el escándalo en 2010, el 70% de los suecos pidió en las encuestas su dimisión. Según sondeos más recientes, dos tercios de los suecos todavía quieren que Carl Gustaf deje el trono a su hija Victoria.
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