La ex de Harvey Weinstein y su segunda oportunidad en el castillo que un día perteneció a Elsa Pataky
Adrien Brody compró este imponente edificio para la actriz española en 2007, pero ahora comparte su vida con la diseñadora Georgina Chapman
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Georgina Chapman es la víctima olvidada del caso Weinstein. La diseñadora de moda, que creó la firma Marchesa en 2004 y junto a su socia Keren Craig, vio como su vida se desmoronaba cuando descubrió que su marido era un depredador sexual. Llevaban diez años casados y tenían dos hijos en común cuando se destapó la serie de abusos que el productor Harvey Weinstein había ido cometiendo a lo largo de su carrera.
Ese mismo mes de octubre de 2017, Georgina Chapman pidió el divorcio de Harvey Weinstein. Proceso que se finalizó en enero de 2018 sin llegar a los juzgados, con un acuerdo privado entre las partes. Según 'Page Six', la cantidad rondaba entre los 19 y los 25 millones de dólares y estaba en consonancia con el acuerdo prematrimonial. De esta manera la diseñadora pudo librar su marca personal y profesional de la inminente caída a los infiernos del productor. Actualmente, está condenado a dos penas de 16 y 23 años de cárcel, aunque la última fue revocada en 2024 y está pendiente de nuevo juicio.
Pero el divorcio no libró del todo a Marchesa de su propia crisis. La relación con el productor de Hollywood era inevitable, sobre todo cuando Miramax -la compañía de Weinstein- había sido partícipe de que la firma empezara a verse en las alfombras rojas del mundo del cine. Por eso en los primeros años tras el escándalo la ausencia de la firma en las citas hollywoodienses clamaba al cielo. Tanto es así que en 2018 la socia de Chapman se vio obligada a desmentir que el productor tuviera participación financiera en la compañía.
Pero poco a poco, a lo largo de 2018, Marchesa reapareció en las alfombras rojas mientras Georgina Chapman permanecía en un segundo plano. Scarlett Johansson fue la primera en atreverse en las escaleras del Metropolitan Museum de Nueva York para la Met Gala e incluso tuvo que mandar un comunicado justificando su decisión. Era el principio de una nueva era en donde las amigas de la diseñadora empezaron a dar la cara, con buen resultado.
La segunda oportunidad de Georgina Chapman
La vida de Georgina Chapman seguía su curso y, mientras el proceso legal contra Harvey Weinstein continuaba, ella intentaba rehacer los pedazos. Su socia incluso tomó la decisión de abandonar la marca. En 2019, a través de unos amigos comunes y en Puerto Rico, la diseñadora se reencontró con Adrien Brody, a quien ya conocía previamente. Sin embargo, esta vez las cosas fueron diferentes y a principios de 2020 -el mismo año en el que el productor fue condenado a 23 años- los medios estadounidenses confirmaban la relación. Todavía tuvo que pasar un año hasta que la nueva pareja tomó la decisión de hacer su amor público.
Entre las casualidades que les unían estaba el hecho de que ambos nacieron el mismo día, el 14 de abril. Aunque con tres años de diferencia, el actor en 1973 y ella en 1976. Pero también su pasión por la moda o por los animales. Quisieron llevar su relación con la más estricta privacidad, pero a día de hoy y tras más de cinco años juntos hay ciertos detalles con los que se entiende mejor lo que han atravesado.
«La generosidad de tu espíritu, tu propia resiliencia y tu inmensa creatividad son un recordatorio diario de cómo ser», aseguró Adam Brody cuando se subió al escenario en los Globos de Oro para recibir un premio. A lo largo de los años, aunque el actor no ha compartido nada en sus redes sociales sobre Georgina, ella sí lo ha hecho. En enero de 2024 volvió a Instagram hasta más de seis años de ausencia y pronto empezaron a verse las primeras imágenes junto al intérprete. Además, la diseñadora ha acompañado a su pareja a prácticamente todas las citas del calendario de la temporada de premios.
El castillo que le «regaló» a Elsa Pataky
Adam Brody es uno de los favoritos en los Oscar por su trabajo en la película 'The Brutalist', dirigida por Brady Corbet. Y aunque la película hable del estilo brutalista que se popularizó en la arquitectura en los años 50, el estilo personal del actor no tiene nada que ver. En el año 2007, cuando el intérprete salía todavía con la actriz española Elsa Pataky, le compró un impresionante castillo en la ciudad newyorkina de Vienna. El edificio estaba en ruinas, a pesar de que tenía poco más de un siglo de historia. La entonces pareja protagonizó un bucólico reportaje para '¡Hello! Magazine', en donde posaban incluso con una excavadora.
Adrien Brody bought a castle for him and girlfriend Elsa Pataky to live in. They showed it off in a 35-page spread for Hello magazine. Then she dumped him to marry Chris Hemsworth. https://t.co/TKOoLSJutz pic.twitter.com/JS5025vT2a
— Kayleigh Donaldson (@Ceilidhann) August 31, 2024
Era el comienzo del proyecto de vida de Adrien, que ha cogido este edificio de comienzos del siglo XX llamado Stone Barn Castle y lo ha convertido en una granja-castillo en la que ahora convive con Georgina Chapman. Porque a pesar de lo que puede parecer en aquel reportaje, el actor se quedó con el castillo cuando su relación con Elsa Pataky se rompió pocos meses después de la publicación. Estuvo siete años renovando el lugar e incluso grabó un documental de cómo lo había hecho que se estrenó en 2015.
Era el sueño de Adrien Brody vivir en la naturaleza a pesar de haberse criado en Manhattan. Y ha podido cumplir esa fantasía incluyendo además en su rutina cuando no está trabajando el cuidado de los animales. Según contó a 'Variety' tienen cuatro gatos, dos burros mini, tres caballos y un perro, e incluso llegaron a tener una rata que falleció. Georgina incluso compartía hace algunos meses una de las instantáneas con uno de los burros. Lejos de Hollywood hay vida más allá y la diseñadora ha conseguido su segunda oportunidad tanto a nivel profesional como en el amor.
«Aprecio mucho tener una pareja con una sensibilidad similar aunque no sea en el mismo campo», aseguraba Adrien Brody en la misma entrevista con 'Variety'. Se refería a que Chapman diseña, pero él pinta durante horas en una sala que ha establecido como su estudio en este Stone Barn Castle. El equilibrio perfecto para gestionar las presiones de su exigente vida profesional.
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