El secreto mejor guardado de la relación de Lara Álvarez y Perico Durán: «Algunas historias están...»

Fue a través de sus redes sociales donde ambos sorprendieron a sus seguidores. Con una foto tomada durante su primer viaje a Roma en 2011, Lara recordaba los inicios de su relación. «Madre mía, hace más de 13 años«, escribió emocionada, mientras Perico añadía un símbolo del infinito acompañado de las palabras: »Algunas historias están escritas para no terminar«. Estas declaraciones, que han generado gran revuelo, coinciden con la exclusiva de 'Diez Minutos', donde se les vio paseando por París en una escapada reciente que confirmó su romance.

El origen de esta relación se remonta a 2011, cuando Lara debutaba en 'Mediaset' y Perico ya destacaba en el mundo de la aviación. Aunque el destino les separó, dejando a cada uno vivir su vida –Lara con romances mediáticos como los de Fernando Alonso y Sergio Ramos, y Perico como padre de un niño al que describe como «la mejor persona que conozco»–, la chispa se mantuvo viva.

Durante más de una década, ambos siguieron caminos distintos. Sin embargo, su historia de amor parece estar unida por lo que muchos llaman el 'hilo rojo del destino'. De hecho, tras las imágenes de París y las declaraciones en redes, algunos seguidores comentaban: «La vida cuando es para ti, aunque te quites» y «El plan de vuelo ya tenía un bonito destino».

El piloto, conocido también por ayudar a personas a superar el miedo a volar, ha hablado abiertamente sobre esta segunda oportunidad en el amor. Mientras tanto, Lara ha confesado en entrevistas recientes que vive un momento pleno: «Gracias a Dios, estoy muy contenta con mi vida. O sumas o nada, porque tengo una vida muy completa ahora mismo«.

Aunque no han revelado cuándo decidieron retomar su relación, lo que queda claro es que están dispuestos a disfrutar del presente y construir un futuro juntos. Con Lara, de 38 años, expresando su deseo de ser madre y Perico, de 46, plenamente dedicado a su hijo, la posibilidad de formar una familia no parece tan lejana. Por ahora, prefieren vivir su historia de amor sin prisas, pero con la intensidad de quienes saben que el tiempo es solo un detalle más en el mapa de su destino compartido.

Esta segunda oportunidad que se han regalado Lara y Perico es, sin duda, un recordatorio de que algunas historias nunca terminan, solo hacen una pausa para ser retomadas en el momento perfecto.