El Rey Carlos III recupera la ilusión, y no es por Camila Parker Bowls: «Está completamente enamorado»

Después de los corgis, dorgis y Jack Russell que han marcado la historia de la realeza británica, ahora corre por los pasillos de Buckingham Palace un perro trufero. Snuff llegó por sorpresa a la Casa Real a principios de febrero como un «regalo privado» para el monarca, devolviéndole la sonrisa en este difícil momento.

El Palacio de Buckingham aún no ha revelado más detalles sobre esta nueva incorporación: no se han publicado fotos del cachorro y tampoco se ha divulgado la identidad de quien se lo ha querido regalara a Carlos III. Sin embargo, fuentes cercanas a la Corona aseguran que Carlos III ya está «completamente enamorado» de este pequeño compañero que ha traído alegría a su vida cotidiana.

Según 'The Sun', Snuff es un joven Lagotto Romagnolo o perro de agua romagnol, una raza hasta ahora inédita en la Casa de Windsor. El Lagotto Romagnolo es originario de la región italiana de Romagna. Considerado como perro trufero por excelencia. Su función tradicional ha sido como perro cobrador de aves acuáticas en lugares pantanosos, aunque también se le utiliza para encontrar trufas en Italia donde el terreno es suave, poco pedregoso y la climatología le es favorable. Este perro es conocido por su carácter tranquilo, su pelaje lanoso y rizado. Ahora Snuff se ha convertido en el compañero de paseo ideal para Carlos III, con quien el monarca disfruta de su afición por la búsqueda de setas.

El Rey Carlos III y la Reina Camila tienen previsto visitar la región italiana en abril, lo que algunos han interpretado como que Snuff podría haber sido un regalo diplomático anticipado, aunque el Palacio de Buckingham ha negado cualquier vínculo entre ambos eventos.

Carlos III no había tenido un perro propio en más de dos décadas. Aunque es un gran amante de los animales, la pérdida de su última mascota le supuso un golpe emocional difícil de superar. Desde la muerte en 2002 de Tigga, el Jack Russell que él y Diana adoptaron en 1984 para los Príncipes Guillermo y Harry, solo los perros de Camila correteaban por sus apartamentos privados.

En noviembre de 2024, Beth, uno de los dos Jack Russell de la Reina Camila, falleció, dejando solo a Bluebell. Poco después, Camila recurrió nuevamente al refugio londinense Battersea Dogs & Cats Home, del que es madrina, para adoptar a Moley, una perrita nacida el 26 de diciembre y cuyo rasgo más distintivo es su parecido con un topo.

A sus 76 y 77 años, Carlos y Camila podrán disfrutar de una pequeña manada formada por Bluebell, Moley y Snuff. Los seguidores de la realeza esperan con ansias la primera foto familiar del nuevo miembro.