El regreso de Miguel Bosé entre deudas, polémicas y conflictos con Nacho Palau

Miguel Bosé vive en México, donde dará inicio su gira Importante Tour, en febrero del próximo año. No será hasta junio cuando visite España. Acompañado de una banda bajo la dirección musical de Mikel Irazoki, el repertorio contará con temas clásicos en un show 'espectacular, innovador y vibrante', como asegura el comunicado del artista. Pero hay muchas dudas con respecto a este regreso: ¿Está realmente recuperado Miguel Bosé? ¿Podrá su voz aguantar una gira internacional de un año? ¿Qué le ha llevado a tomar semejante reto? Y la respuesta a esta última parece evidente: su economía no pasa por un buen momento y el cantante necesita generar ingresos.

Basta recordar que Miguel entró en la lista de morosos de Hacienda de la que pudo salir en 2019 tras saldar parte de la deuda de 1.8 millones, pero a posteriori tuvo que enfrentarse a distintas operaciones financieras para sobrevivir: hipotecó el chalet de Somosaguas, que finalmente vendió por seis millones de euros a Courtois, el portero del Real Madrid, y se deshizo de dos obras de Andy Warhol valoradas en medio millón. Según algunas fuentes, todavía mantiene una deuda con el fisco de 400.000 euros, entre otras cosas por las distintas multas que acumula por intentar desgravarse gastos que no correspondían. En España probó fortuna en distintos negocios, desde el vino y jamón ibérico, con los que fracasó, hasta el alquiler de parcelas en Extremadura, con un patrimonio de 850.000 euros en tierras.

Miguel Bosé mantiene su residencia en México. Vive en una urbanización de lujo, Rancho San Francisco, que a pesar de contar con fuertes medidas de seguridad no evitó un asalto a cargo de diez encapuchados cuando se encontraba en casa con sus dos hijos. Fue el susto de su vida. Los gastos son importantes, pues el recinto cuenta con club de hípica privado, gimnasios, iglesia o un bosque. Además, sus hijos Diego y Tadeo estudian en un exclusivo colegio que cuesta seis mil euros por curso escolar.

Tras una relación de casi 20 años y cuatro hijos, Miguel Bosé y Nacho Palau han vivido una ruptura con altibajos. Ese romance se vivió en la clandestinidad: nadie, salvo el círculo más cercano a la pareja, sabía nada. Ahora, todos conoces los trapos sucios, que han salido a la luz en la batalla judicial por la custodia de los hijos y porque Nacho tomó la decisión de convertirse en personaje público, participando incluso en 'realities'. La enfermedad de Palau pareció unirles de nuevo, pero este año han vuelto los conflictos provocados por sus diferencias a la hora de concebir la crianza de los pequeños. Las vacaciones en Mallorca con Bosé cuando la custodia le correspondía Nacho abrió un nuevo frente: la madre de Palau falleció sin despedirse de sus nietos.

La muerte de su madre, Lucía Bosé, en marzo de 2020 fue un mazazo emocional que, posiblemente, explique el extraño proceso que se desencadenó en el artista al coincidir esa pérdida con el inicio de la pandemia. Sus polémicas opiniones negacionistas en contra de las vacunas y su defensa de tratamientos alternativos basados en teorías pseudocientíficas para el tratamiento de enfermedades como el cáncer o la ELA han ido dando paso a opiniones conspiranoicas de todo tipo, llegando incluso a cuestionar el origen de la DANA, que asegura obedece a una maniobra de los gobiernos y no al cambio climático.

Lejos queda la figura del muchacho asexuado que debutó frente a José María Íñigo en 1997 cantando 'Linda' en TVE. Bosé, ídolo de quinceañeras con canciones como 'Morir de amor', ha sido un camaleón que ha sabido adaptarse a modas y tendencias, siempre apostando por una imagen de modernidad que, ahora marcada por su transformación en gurú de los bulos y la desinformación, desconcierta a sus seguidores y le han convertido en un meme para sus detractores. Cuando dé comienzo su gira, comprobaremos al fin si ha vuelto su voz y si el talento del artista vence a la leyenda negra del comunicador del apocalipsis.