La reconstrucción de Daniel Sancho sobre el crimen de Edwin: «Traje todas las bolsas, la sierra, el machete»

En las primeras imágenes aparece el chef esposado y entrando al bungaló en el que supuestamente asesinó a Arrieta. Así mismo, tras acceder, se sienta en la cama para empezar a narrar el instante en el que comenzó la disputa con el cirujano -según él, Edwin le decía que era de su propiedad y que quería que siguieran manteniendo relaciones sexuales-. Para que siguiera con su relato, le quitan las esposas. «Es imposible recrear algo con las esposas», explica el joven antes de decir que «estábamos hablando de todo un poco, lo que ya os he contado».

Ante sus palabras, un inspector que se encuentra presente le pregunta si el tema de conversación versaba sobre «tener sexo». «Sí, yo le dije que no podía seguir haciéndolo más. Me levante, él retrocedió hacia atrás y yo empecé a hablar más gesticulando. Cogí fuerza hacia atrás y le pegué un puñetazo -en la mandíbula-». Tras esta confesión, prosigue su discurso: «Lo tenía contra el baño. Así, entonces, él me agarro, me mordió. Yo lo levanté del suelo y lo golpeé otra vez. Luego se quedó inconsciente, todo estaba lleno de sangre en poco tiempo, yo salí del lavabo». «Estoy intentando acordarme de todo, quizá le pegué una vez más. Es posible que le golpeara más», añade.

Con ánimo de dilucidar lo ocurrido, el joven cuenta como cogió de las piernas el cuerpo del colombiano y lo llevó hasta la ducha del baño. «Le puse la cabeza aquí -contra la pared de la ducha- y la encendí para que corriera el agua porque había mucha sangre. Puse el agua caliente para que la sangre no se coagulase y no se pegase. Entonces lo dejé ahí». Después de esto procede a coger varios utensilios con los que presuntamente desmembró a Edwin: «Entonces traje todas las bolsas, la sierra, el machete», desliza mientras señala una de las camas como lugar donde tenía todo guardado. Además, asegura que antes de proceder al descuartizamiento giró a Arrieta y se quedó con su cartera y el reloj.

Después los que se encuentran allí muestran su interés por conocer por qué parte fue la primera que desmembró. Es más, le dan un peine para que pueda hacer la recreación lo más real posible, un gesto que no termina de gustar a Daniel Sancho: «¿Es esto necesario?» después de confesar que empezó por la mano. «¿Entonces cuando lo tienes todo troceado qué haces?», preguntan al joven que no duda en responder: «Lo cojo y lo meto todo en las bolsas». 'Y ahora Sonsoles' seguirá emitiendo partes de la recreación mañana.