La realeza europea asiste a la lujosa boda del heredero de Jordania

El palacio de Zahran ha sido el lugar en el que se ha celebrado la ceremonia religiosa en la que ha destacado el momento en el que los novios han intercambiado los anillos y un beso para sellar su unión. A continuación ha sonado la zaghrata, un sonido alegre que se usa tradicionalmente en las celebraciones árabes y jordanas para expresar felicidad. Abdalá, junto a su mujer, Rania de Jordania, con un vestido largo y negro de Dior que llevaba, a su vez, un bordado dorado en la espalda, ha sido el encargado de recibir a los invitados.

Como marca la tradición el primero de los novios en llegar ha sido Hussein e, inmediatamente, se ha sentado al lado de su progenitor para esperar a Rajwa. Testigos de su entrada a palacio han sido Kate Middleton, el príncipe Guillermo, Federico y Mary de Dinamarca, Beatriz de York, Jill Biden, primera dama de los Estados Unidos. También Don Juan Carlos de Borbón y la Reina Sofía. Cabe señalar que han asistido todos los futuros monarcas europeos a excepción de la princesa Leonor debido a su corta edad. Respecto a los príncipes de Gales, es la primera vez que representan a la Familia Real británica en una celebración junto a otras casas reales -anteriormente, el encargado de llevar a cabo este papel era Carlos III-.

Rajwa está deslumbrante con un vestido blanco del diseñador libanés Elie Saab, que llevaba una larga cola bordada con flores y una tiara de diamantes, regalo del hermano del novio, el príncipe Hashem. Por su parte, el vestido elegido por la princesa de Gales ha sido muy comentado. Para la ocasión, Middleton ha sacado del guardarropa un vestido de encaje rosa también de Elie Saab, de la temporada otoño-invierno 2017.

Tras la ceremonia, la pareja se ha dirigido a la recepción a bordo de un Range Rover customizado que fue diseñado para la visita de la reina Isabel II a Jordania en marzo de 1984. El difunto rey Hussein utilizó este vehículo para llevar a la monarca británica y al duque de Edimburgo a Petra y otros lugares emblemáticos del país. Está previsto que acudan más de 1.700 invitados a la velada en la que habrá actuaciones musicales de bandas jordanas y grupos de danza folclórica. El momento más especial será cuando los recién casados corten la gigantesca tarta nupcial encargada para la ocasión.

Rania, como cualquier madre, se ha mostrado muy feliz con la boda de su hijo, el príncipe heredero Hussein: «Nunca olvidaré lo que sentimos Su Majestad y yo cuando Al Hussein nos dijo que quería casarse con Rajwa. Ella es la respuesta perfecta a todas mis oraciones por él», ha dicho la reina. La semana pasada fue la encargada de organizar la tradicional fiesta de la henna, a la que acudieron todas las mujeres de la dinastía hachemita. También, el rey Abdalá aprovechó la víspera del enlace para ofrecer una cena con más de 4.000 asistentes en la que le hizo entrega a su hijo mayor de la espada hachemita, símbolo de la justicia, que es una copia de la fabricada en 1916 para Abdalá I.

Este jueves, al dar la bienvenida a los invitados al enlace, Rania no ha parado de decir «estoy tan feliz de que todos puedan estar aquí para celebrar con nosotros. Hoy es un día especial para nosotros y para toda nuestra familia jordana. Nuestra alegría es la misma... cerca o lejos, hoy estáis todos en nuestros corazones».