Rappel: «Cada jueves cuando iba a Tómbola me pagaban un millón de pesetas en un sobre»
El vidente más televisivo nos presenta sus memorias y nos descubre la parte menos conocida de su vida
La vida personal de Rappel: su marido desde hace 40 años, sus tres hijos y su profesión antes de ser vidente
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónLleva un día de locos firmando ejemplares de sus recién publicadas memorias 'El futuro ya es ayer' (Ed. Roca) y atendiendo entrevistas en Barcelona. Este lunes será la presentación oficial en Madrid, en el Círculo de Bellas Artes. Allí, Rafael Payá Pinilla espera que acudan ... muchos de los amigos, tanto populares como no, que ha ido atesorando a lo largo de estos 79 años de vida. «No me esperaba tanta repercusión, el teléfono de mi casa no para de sonar pidiendo consultas y cartas astrales. Lo que más me emociona es el cariño de la gente», reconoce el vidente, muy agradecido por la gran acogida.
La de Rappel o 'Rappelito', como cariñosamente le llamaban de pequeño las clientas que acudían a la tienda de su padre, es una vida emocionante. Su familia perdió todo lo que tenía en Barcelona a causa de la guerra y emigraron a Madrid, donde no tuvieron más remedio que empezar de cero. «Mi abuelo tenía una peletería y, con mi tío, abrieron una sombrerería que estaba muy de moda por entonces. Balenciaga se hizo muy amigo de mi abuelo, casi como hermanos, fue su primer sombrerero».
-
Carlos Felipe y Sofía de Suecia han sido padres de su cuarto hijo
MARINA ORTIZ CORTÉS
En plena guerra, les saquearon todo y, al terminar, fue Balenciaga quien les dijo que dejasen de lado las pieles y los sombreros. Les ayudó a conseguir un piso en la calle Lagasca, en el que solo había estanterías de madera llenas de telas preciosas que él les envió desde París. En quince días corrió el boca a boca y aquello se llenó de antiguas y nuevas clientas», recuerda Rappel. Allí pasaba las tardes el joven Rappelito hasta que, con 17 años, abrió su primera tienda en Madrid. «Yo quería escaparates y conseguí alquilar el bajo del edificio donde vivíamos en Ayala. A través de una buena amiga conseguí que la inaugurara Carmen Polo, la mujer de Franco, que trajo a muchas amigas; aquello fue un éxito».
Así abrió sus puertas 'Rappel' y así es como se llamaron todas sus tiendas, siempre en Barcelona y en Madrid. «Mi abuelo y mi padre eran Rafael; le unieron la P de Pinilla y pel de peletería». Pero su hobby era echar las cartas, y se corrió la voz, así que todas las clientas empezaron a querer un vestido y una lectura del tarot. «La llegada del prêt-à-porter hizo mucho daño a la alta costura en todo el mundo, así que empezó a bajar la ropa a medida y coincidió que me ofrecieron trabajar como relaciones públicas en Florida Park».
La dueña era clienta mía de la tienda y quería que fuese a hablar con su marido y, de paso, darle celos, ya que era treinta y pico años más mayor que ella. No estaba muy convencido de trabajar por las noches hasta que me dijo que me iba a pagar 100.000 pesetas al mes y le dije que empezaba al día siguiente. Cuando se lo conté a mi mujer, me dijo que le preguntase si le daba algo a ella, y así fue como estuve allí diez años trabajando, lo alternaba con la consulta del tarot en casa y cerré la tienda». Entonces, Rappel estaba casado con Luisa Chaverri, con la que tuvo tres hijos (dos hijas y un hijo) que le han dado un nieto. El vidente dejó atrás cuarenta años de vida el día que llegó a su consulta José María Morón, su pareja, de quien no se ha vuelto a separar y al que rinde un cariñoso homenaje en sus memorias.
Salto a la pantalla
Poco tiempo después vino su bautizo mediático. Empezó en la radio con María Luisa Seco y en la televisión de la mano del gran Jesús Hermida en 'Por la Mañana' en TVE. «Su madre era clienta mía y le contó que echaba las cartas, y me dijo que iba a ser un bombazo para el programa, y así fue, me dio mucha popularidad y muy buena imagen», recuerda con cariño Rappel. Otro de sus grandes hitos televisivos fue su presencia semanal durante siete años en el popular programa de Canal 9 'Tómbola'. «Cada jueves leía el futuro a algún famoso invitado y me hacía una túnica distinta. Fueron casi 400 túnicas que estrené y que aún guardo con cariño. Al acabar cada programa, me daban un sobre con un millón de pesetas, algo impensable hoy en día. Fue una etapa muy divertida en la que gané muchísimo dinero».
«Le leí la mano a Pedro Sánchez y me dijo 'chico ni que vivieras en mi casa'»
Rappel
Vidente
Por su consulta pasan clientes de todo tipo, ricos y pobres, reconoce, y a todos les inquieta lo mismo: el amor y el dinero. Lo más demandado es la carta astral, aunque, sin saber la hora exacta del nacimiento, es más complicado hacerla. También la clase política siente curiosidad por su futuro. «Una vez estaba en una recepción y se me acercó el presidente Pedro Sánchez, me saludó y, al darme la mano, me dijo: 'Ya que te doy la mano, ¿me la podrías leer?'. Le dije cuatro cosas y me cerró la palma de la mano, a la vez que me decía: 'Chico, ni que vivieras en mi casa'».
Sin jubilación
Le gustaría ser recordado como una buena persona y un buen amigo. «No me gusta decir las cosas malas que veo en las cartas, pero sí prevenir y aconsejar, incluso a amigos que van a montar un negocio. Les advierto de los socios o del riesgo que pueden correr…». Rappel podría jubilarse si quisiera, pero no lo hará nunca porque «tengo esta facultad de poder ayudar a tanta gente, me siento en la obligación de seguir haciéndolo mientras pueda y mi cabeza funcione», finaliza.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete