Rafa Nadal: «Hace años que llevo mirando por mi futuro después del tenis»

Una aventura empresarial que le ha unido a otra gran familia mallorquina, la de los Escarrer, propietarios del imperio Melià. El tenista estaba feliz y locuaz de haber hecho realidad un sueño que nació «de la idea de un compañero nuestro y entre todos de una manera muy sencilla se llevó a término. Hacerlo con los mejores, te da una gran confianza y para mí es un proyecto ilusionante y que el primero sea aquí en la isla tiene todo el sentido del mundo y tanto a Gabriel como a mí nos hace especial ilusión», explicó el tenista. El próximo será en el Caribe y en breve se anunciará el enclave elegido, tal y como aseguró Gabriel Escarrer, vicepresidente y CEO de Meliá Hotels. «No nos hemos metido en este proyecto sólo para hacer uno, con lo cual esperamos que tenga un recorrido internacional, por eso vamos a intentar trabajar de la mejor manera posible para que sea posible. Crear el producto y que la gente esté contenta», dijo Nadal.

Tenista y hotelero forman un buen tándem empresarial. Ambas familias presentes en la fiesta agasajaron a más de un centenar de invitados, entre los que se encontraban rostros conocidos como Rudy Fernández, Carlos Baute, la actriz Ana Fernández, el exfutbolista Pedja Mijatovic, su mujer y su hija Lola, de 19 años convertida en una de las 'influencers' de moda o la reaparición después de años fuera de los 'photocalls' de la nadadora Melani Costa, la que fuese pareja en su día del duque de Arjona o la surfista Violeta Sánchez que desmiente los rumores que la relacionan con el actor Miguel Bernadeau.

Entre la multitud una discreta Mery Perelló, sencilla y con una figura envidiable meses después de dar a luz al pequeño Rafael, de ocho meses, que según su madre es muy bueno y ha colmado de felicidad a la pareja. Y aunque el tenista se resiste a tocar temas que tengan que ver con su vida privada, desliza que se ve muy bien como padre y reconoce que incluso cambia pañales. Para él el cielo es «básicamente tener salud, familia, amigos y ya está y todo lo demás son cosas que uno se puede ir adaptando a ellas. La salud es lo principal y no lo digo porque me hayan operado, hablo de la salud en general, porque las lesiones es algo secundario», confesó.

Este verano Nadal está feliz de pasarlo en Mallorca y además haber podido inaugurar su primer hotel pero la cancha tira: «Mentiría si no dijese que me gustaría estar preparándome para Wimbledon sin ninguna duda, pero las circunstancias de la vida te llevan a lo que llevan y cada uno se tiene que adaptar a lo que sucede en cada momento». Y como hay que aprovechar el tiempo, el tenista tuvo el placer de conocer su marca en primera persona por eso confesó que se iba a alojar el miércoles por primera vez en ZEL, para testar el mismo su propio producto. Y eso que al día siguiente jueves, parece que volvía a pasar por quirófano para revisar la lesión.

El efecto Nadal se ha notado hasta en la demanda de trabajo. Según Escarrer se han recibido más ofertas de la demanda laboral que tenían para cubrir los puestos de este nuevo establecimiento: «Se sienten identificados con los valores de Rafa y los valores de Meliá, este es un concepto muy divertido que nos va a dar mucho éxito». Tanto es así que el grupo Beso Beach, famoso por sus chiringuitos en destinos paradisíacos, es el encargado de la experiencia gastronómica en el beach club del hotel. Sus propietarios Rafa Viar y su mujer Angie López presentes en el evento mantienen una buena relación con ambas familias mallorquinas. La pareja son unos de los mejores relaciones públicas de las baleares y su agenda vale oro, basta conocerles para averiguar el porqué.

Esther Doña, viuda del marqués de Griñón y ex prometida del juez Pedraz, acaparó todas las miradas de la fiesta. Y es que hasta el momento nadie ha sabido el motivo de su presencia en la cita inaugural. Desde la cadena hotelera aseguran que no le cursaron invitación, tampoco la agencia externa que trabaja con la marca la tenía en su listado. Ella aseguró a alguno de los presentes que conocía a la familia Nadal, pero le pidió un selfie al tenista que no la reconoció. Tampoco se alojó en el hotel como el resto de invitados VIP. La colaboradora televisiva no se separó del lado de Carlos García López, el cariñoso reportero de 'Y ahora Sonsoles', que ejerció de cicerone.