Las propiedades de Sandringham en donde podría instalarse Andrés Mounbatten-Windsor

La Reina Victoria compró Sandringham para su hijo mayor, Eduardo, en 1862, con la intención de sacar al Príncipe -con fama de ligón- de las calles de Londres, París y otras capitales llenas de vida y fiesta. Desde entonces ha pertenecido a la Familia Real de manera privada y se convirtió en uno de los lugares favoritos de Isabel II. También Carlos III parece tenerle especial cariño desde que era pequeño y fue ahí donde se refugió en los peores meses tras el diagnóstico de su cáncer el pasado año.

La mudanza fuera del Royal Lodge y a Sandringham no será inmediata. Se espera que Andrés espere a después de navidad para mudarse y así evitar coincidir con la familia durante las vacaciones que, año tras año, celebran en la impresionante finca. Pero, por supuesto, el que fuera príncipe no se instalará en la casa principal, conocida como la «más cómoda de Inglaterra».

Los dominios tienen 65 kilómetros cuadrados de terreno agrícola en donde se encuentran 150 propiedades privadas, la mayoría de ellas ofrecidas a personas que trabajan en la misma finca.

De esas 150 propiedades, no todas están disponibles ni hay imágenes de cada una de ellas. Algunas como Anmer Hall se descartan, por ser un regalo de la Reina Isabel II a Guillermo y Kate por su enlace. Sin embargo, estas son algunas de las que podría escoger, si es que el Rey Carlos III le da ese poder.

Con este nombre habría sido el más apropiado para Andrés antes de que le retiraran los títulos, pero ahora quizás habría que renombrar al York Cottage. Quizás podría volver a su título anterior, el Bachelor's Cottage, llamado así porque servía para dar alojamiento a los invitados durante la temporada de caza. Hombres que, en su mayoría, eran solteros. Pero en 1893 se le ofreció al entonces Príncipe Jorge, duque de York y abuelo de Isabel II, con motivo de su boda con la duquesa María, con quien vivió allí durante tres décadas, y fue donde nacieron sus hijos pequeños.

Pero tras convertirse en Reyes, Jorge y María dejaron esta «pequeña» propiedad que ahora se utiliza como oficina para los asuntos de Sandringham, además de incluir pequeños apartamentos para los trabajadores de la finca. Por lo tanto, supondría la reubicación de los empleados, lo que podría no ser del agrado de Carlos III.

El 'cottage' más cercano a Sandringham House, esta residencia de la época eduardiana, construida con ladrillos rojos que le aportan un estilo rural de lo más acogedor. Está elegantemente restaurada, tiene cuatro habitaciones y tres baños, lo que supone un importante recorte de espacio en comparación con las treinta que tenía el Royal Lodge.

En el interior hay detalles tan preciosos como papel de pared de inspiración botánica, muebles 'vintage' y textiles de lujo, así como unos preciosos jardines que le dan nombre a la propiedad, porque era originalmente la casa del jardinero. ¿La pega? Que desde 2022 está disponible para alquilar por temporadas en diversas plataformas, con un mínimo de tres noches (cinco en temporada alta) y un precio que parte desde las 2.400 euros. Por supuesto habría que retirarla del mercado para que se instalara Andrés, y supondría un importante golpe de realidad pasar de una mansión a la humilde casa de un jardinero -que en cualquier caso es más grande que muchos pisos de Madrid- por el que tantas personas pueden haber pasado.

Algo poético e incluso irónico sería que Andrés se instalara en The Folly, una propiedad con historia. Recién renovada, esta pintoresca casa de estilo victoriano construida en los años 1800 tiene solo tres habitaciones y servía como pabellón de caza, fue utilizado por Eduardo VII, supuestamente para sus conquistas, entre las que se rumorea que estuvieron la 'socialite' británica Alice Keppel o la actriz Lillie Langtry.

Tiene detalles especiales como chimeneas de piedra, marcos de las puertas en forma de arco o suelos hechos a mano que se han podido preservar. A través de la torre, a la que se puede acceder, hay una vista panorámica de toda la finca. Pero esta casa también forma parte de las propiedades que se alquilan, también con tres noches como mínimo (cinco en temporada alta) y con un precio de unos 2.000 euros al cambio.

Más grande que las dos anteriores es Park House, con ocho habitaciones, estilo georgiano construida en el siglo XIX, construida en un parque de tres hectáreas y de apariencia humilde a pesar de sus dimensiones.

Pero tiene dos grandes problemas que impedirían que fuera la casa escogida por y/o para Andrés. Fue aquí donde nació y vivió hasta los 14 años la Princesa Diana, la madre de Guillermo y Harry y exmujer del Rey Carlos. Parece improbable que el heredero al trono, que ha dejado claro una y otra vez el interés que tiene por preservar el recuerdo de su madre, vea con buenos ojos que el Príncipe que nadie quiere ver cerca se instale en la casa donde nació su madre.

El otro conflicto es que la propiedad requiere una importante renovación, según 'The Times' o 'The Mirror'. Lo cual dificultaría no solo el proceso de mudanza en cuestión de unos meses, como está planeado, sino que supondría una subida en el presupuesto que el Rey tendría que asumir, ya que es Carlos III quien estará encargado a partir de ahora de sufragar de manera privada el estilo de vida de su hermano.

Una opción que se ha barajado, según aseguran los medios británicos, es la humilde casa de campo de Wood Farm. Esta casa con cinco dormitorios, chimeneas de piedra y zona de huerto es lo contrario a la vida de lujos que ha llevado Andrés. Fue donde el Príncipe Felipe de Edimburgo se instaló tras su jubilación en 2017, donde disfrutaba de pescar en el lago privado o de cuidar y cosechar como un hortelano más.

Pero parece que la idea de que Andrés 'manche' de alguna manera ese recuerdo resulta «inconcebible» para el Rey, que recuerda a sus padres tranquilos y despreocupados en aquellos terrenos durante los últimos años de su vida.

Finalmente, existe la posibilidad de que Carlos III escoja una propiedad todavía más humilde para su hermano. Una que ni siquiera tenga nombre ni historia, una de las diferentes casas que tiene para alquilar en 13 pueblos diferentes de los alrededores, como son Newton, Wolferton, Anmer, Babingley, Sandringham y Shernborne. Son casas humildes con dos o tres habitaciones que han sido redecoradas y arregladas para alquilar a los que trabajan y viven en la zona, con precios que rondan los 1.100-1.300 euros por mes. Sin duda, sería la opción más barata y la que más clara dejaría la nueva posición del hermano pequeño del Rey.