El Príncipe Andrés planta cara al Rey Carlos III: se niega a abandonar su mansión de 30 habitaciones

Una remuneración de subsidio de 250.000 libras (288.000 euros) que Andrés recibía gracias a su difunta madre la reina Isabel II. Tras los últimos escándalos vividos por parte del hermano del Rey, Carlos III decidió retirar dicha cantidad. El propio duque de York informó a su círculo de amigos más íntimos que tendría que mudarse de su actual vivienda si su hermano, el Rey Carlos III, recortaba su asignación económica con la que pagaba el mantenimiento de Royal Lodge.

Sin embargo, los amigos del Duque de York dicen que el príncipe está decidido a quedarse. “Esta ha sido la casa de su familia durante los últimos 20 años. ¿Es realmente necesario echarlo?". y añaden que a Andrés "le preocupa que ahora que la coronación terminó, se desenvainen los cuchillos", aseguran.

Las mismas fuentes aseguran que lo más probable es que Royal Lodge sea la residencia definitiva del Príncipe Guillermo y Kate Middelton. La intención de Carlos III es que Andrés se mude a la cercana Frogmore Cottage, la antigua casa del Príncipe Harry y Meghan.

Los jefes de palacio informaron que la fecha límite para que Andrés abandone su residencia se estableció en después del verano, en septiembre de este año. Sin embargo el hermano del Rey considera que es demasiado pronto y no estaría dispuesto a abandonar la casa por el momento.

Un amigo cercano dijo: "Si Carlos III quiere que Andrés se marche porque necesitan la casa para Guillermo, tal vez deberían decírselo a Andrés. ¿Quizás Guillermo debería invitar a su tío a tomar el té y explicárselo?" y continua diciendo: "¿O por qué Carlos III no invita a su hermano a una reunión y le pregunta si dejaría Royal Lodge para ayudar a su sobrino y al futuro de la monarquía?".

Aunque actualmente sea el duque de York quien la habita, la casa pertenece a la Corona británica, con la que tiene un acuerdo de alquiler por 75 años, por el que pagó un total de un millón de libras y que incluían la instalación de una piscina. El matrimonio se comprometió a pagar de su bolsillo las reformas que necesitaba la vivienda a cambio de utilizarla como residencia oficial. Unas obras estimadas en unos 7,5 millones de libras y que no podrá sufragar a partir del próximo verano tras ser despojado de su asignación.

Según ha recogido el medio británico, 'The Telegraph', el príncipe Andrés quiere que se cumpla el contrato que firmó en 2003, por lo que le quedarían aún por disfrutar 55 años más en Royal Lodge.