La presencia de la Familia Real en París condiciona las vacaciones en Mallorca

La Princesa y la Infanta tomaron el relevo de sus padres en París después de que los Reyes asistieran a la ceremonia de apertura de las olimpiadas. El sábado animaron a Rafa Nadal y Carlos Alcaraz; y ayer se las vio en las competiciones de waterpolo, natación, hockey y bádminton. Mientras el Rey permanece en Palma toda esta semana, está previsto que la Reina viaje el miércoles a París, donde permanecerá hasta el sábado. El domingo, después de entregar el sábado por la tarde los premios de la Copa del Rey, será Don Felipe quien disfrutará de los JJOO.

Con las agendas tan condicionadas por lo que vaya pasando en París, la presencia de la Familia Real en Mallorca y la posibilidad de que los cuatro visiten algún enclave de la isla –un plan familiar donde la Casa del Rey convocaba a la prensa y que en los últimos años ha sustituído a los posados en Marivent– queda, de momento, en el aire; a la espera de la posibilidad de que los Reyes y sus hijas coincidan en Mallorca, algo que en principio parece difícil hasta el 11 de agosto, cuando terminarán las olimpiadas.

Aún así, aunque no se les vaya a ver mucho juntos, la Familia Real ha vuelto a establecer en el Palacio de Marivent su campamento base, como hace todos los veranos. El Rey siempre llega unos días antes de que comience la agenda de actos institucionales de sus vacaciones oficiales y regresa después de las vacaciones privadas que realiza junto a Doña Letizia, la Princesa Leonor y la Infanta Sofía a algún destino fuera de España, sobre el que la Casa del Rey nunca informa.

Fue el pasado 23 de julio cuando Don Felipe se instaló en el Palacio de Marivent junto a la Reina Sofía. Al día siguiente, recibió a las autoridades de las islas baleares en el Palacio Real de la Almudaina.

La primera salida privada del Rey en Mallorca tuvo lugar ayer por la mañana, cuando, un año más, regresó a la base naval de Porto Pi para reencontrarse con sus compañeros de tripulación del Aifos. A las 12:00 de la mañana –mientras la Princesa Leonor y la Infanta Sofía saludaban al equipo olímpico de waterpolo en París y la Reina Letizia viajaba hasta Mallorca– el Rey condujo el Seat Cupra color gris metalizado que siempre utiliza en la isla por los caminos que conectan su residencia de verano con este puerto militar.

En el espigón de Porto Pi se encontraba atracado el Aifos, el velero de la Armada con el que el Rey compite todos los años en las regatas que se celebran en la bahía de Palma. Sus compañeros de equipo le esperaron a bordo de la embarcación y, nada más subir, Don Felipe saludó a todos con alegría. Después de dar un caluroso abrazo a cada uno, se puso al timón de la embarcación para este reencuentro náutico, que es uno de los momentos del año que el Rey más disfruta: cuando, si sus obligaciones institucionales se lo permiten, pasa durante cuatro días unas cuantas horas en alta mar desconectando. Es el único momento fuera de su casa y su círculo íntimo de amistades donde el Rey es solo Felipe. A secas.

El Rey volvió a las instalaciones de Porto Pi a mitad tarde, después de entrenar para las regatas, que comenzarán mañana a las 13:00 horas. El despacho de verano que todos los años mantiene aquí con el presidente del Gobierno será a las 17:30 en La Almudaina, por lo que no se sabe si podrá salir a navegar mañana. La reunión con Pedro Sánchez será la foto del día, ya que por la mañana el jefe del Ejecutivo habrá prestado declaración en el Palacio de la Moncloa ante el juez que instruye la causa de su mujer, Begoña Gómez.

Don Felipe y Doña Letizia coincidieron unas horas en Marivent antes de que la Reina se dejase ver de forma oficial en la isla. Cuando las temperaturas comenzaron a bajar a última hora de la tarde, una ráfaga de flashes invadió el patio interior de la Casa de la Misericordia, en el centro de Palma. Minutos antes de las nueve de la noche, Doña Letizia estrenó sus vacaciones presidiendo el mismo acto con el que todos los años reaparece en la isla: la clausura del Atlàntida Mallorca Film Fest (AMFF), una gala a la que es asidua desde hace catorce años, cuando se celebró su primera edición.

Si la foto de la Reina en Mallorca ya suponía todo un atractivo para la prensa y los invitados al certámen, todavía ganó más notoriedad cuando se sumó el actor Michael Douglas, ganador del premio Masters of Cinema que todos los años entrega el AMFF. El famoso actor, que hace solo unos días celebró su 80 cumpleaños con una fiesta por todo lo alto en su casa mallorquina de Valldemossa, estuvo muy cariñoso con la Reina, quien se reencontró con amigos y conocidos del mundo del cine y el espectáculo. Tras la entrega de premios, Doña Letizia y Douglas disfrutaron de un concierto del pianista James Rhodes, al que le siguió el estreno de 'Volveréis' de Jonás Trueba, que en el pasado Festival de Cannes ganó el premió a Mejor Película europea.

Aunque el posado familiar este año está en el aire, lo que sí han mantenido los Reyes es la recepción que desde hace tres años organizan en Marivent a una representación de la sociedad balear. Esta noche, a las 21:00 horas, Don Felipe, Doña Letizia y la Reina Sofía recibirán en su residencia de verano a unos 500 invitados, que disfrutarán de un cóctel en la pinada del Palacio. Hasta el momento, según la agenda distribuida por la Casa del Rey, este será el único acto oficial de toda la semana en el que se podrá ver al Rey acompañado en la isla. Aunque está sujeta a cambios, los otros dos actos que figuran en la agenda son el despacho del Rey con Sánchez de mañana y la entrega de premios de Don Felipe del próximo sábado. En verano la Familia Real es muy dada a improvisar, quizá todavía haya margen para que sorprendan con algún plan espontáneo en Mallorca.