La preocupación de Makoke por la última actividad de su hija, Anita Matamoros

Entre las experiencias que más han captado la atención de sus fans están sus inmersiones en las cristalinas aguas del Océano Índico. Anita ha nadado entre tiburones y otros animales marinos, una actividad que, aunque llena de adrenalina, ha despertado la preocupación de su madre, Makoke (54 años). La excolaboradora de televisión no ha podido ocultar su inquietud y así se lo ha hecho saber a su hija a través de un audio que la propia Anita compartió en sus redes sociales. «Oye Anita, ya no te metas más, ¿no? Ya lo has probado, lo has visto… Son animales, a mí me da mucho miedo», le dijo Makoke, reflejando la angustia que le genera ver a su hija tan cerca de criaturas que considera peligrosas.

Pero la joven influencer, lejos de dejarse influenciar por los temores de su madre, ha respondido con firmeza: «Lo siento mamá, pero tenía que volver a nadar con tiburones porque es de las experiencias más increíbles que he hecho jamás. Ellos van a su bola, no te preocupes», comentó en su cuenta de Instagram. La determinación de Anita por disfrutar de su viaje es evidente, y no ha dudado en seguir explorando las maravillas submarinas de las Maldivas, incluyendo una visita a un barco naufragado lleno de corales y peces de colores, que describió como una de las experiencias más inolvidables de su vida.

Sin embargo, esta aventura en Maldivas no solo ha sido emocionante, sino también reveladora respecto a la situación familiar de Anita. Este verano ha sido, sin duda, el más distanciado entre ella y su hermana Laura Matamoros (31 años). Desde que Laura participó en 'Supervivientes 2024', su relación parece haber sufrido un importante desgaste. El apoyo público de Anita a otra concursante, Miri, amiga cercana suya, en lugar de a su propia hermana, ha sido un punto de discordia que muchos consideran el origen del distanciamiento. Aunque ambas han disfrutado de viajes a destinos exóticos, Laura en Tailandia y Anita en Maldivas, no se ha visto ningún plan conjunto en sus redes, lo que alimenta los rumores de una posible crisis familiar.

Además, Anita ha tenido que adaptarse a las costumbres locales durante su estancia en Maldivas. En su primera parada en Maafushi, una isla musulmana, la joven tuvo que modificar su vestimenta, optando por un bañador de hombre y una camiseta de licra para poder disfrutar de las playas locales debido a las restricciones religiosas. Esta pequeña anécdota no ha pasado desapercibida para sus seguidores, quienes han aplaudido su capacidad de adaptación y respeto por la cultura local.

En definitiva, mientras Anita sigue acumulando recuerdos en su álbum de verano, queda por ver si este viaje también marcará un antes y un después en su relación con su familia, especialmente con su hermana Laura. Lo que es seguro es que este verano, para las hermanas Matamoros, ha estado lleno de emociones fuertes, tanto dentro como fuera del agua.