El plan de la Familia Real noruega para mantener a la Princesa Ingrid alejada de su hermano, Marius Borg

Marius, que ha vivido desde pequeño en el seno de la Familia Real, no ha logrado adaptarse a la estricta vida pública que conlleva ser miembro de la realeza. Sus reiterados problemas legales y su círculo de amistades poco recomendables han hecho que su figura sea objeto de escrutinio, y más aún cuando trascendió que tanto Mette-Marit como el Príncipe Haakon eran conscientes de estas amistades que rondaban el Palacio Real.

Para proteger a su hija de esta influencia, Haakon y Mette-Marit han decidido prolongar la formación militar de la Princesa Ingrid. Originalmente planeado para durar 12 meses, el entrenamiento en el Batallón de Skjold se ha extendidotres meses más, con la intención de mantener a Ingrid alejada de su hermano y de los escándalos que lo rodean. No es un secreto que ambos hermanos mantienen una relación muy cercana, lo que ha aumentado la preocupación de los reyes.

En medio de esta crisis, Ingrid se perfila como la pieza clave para salvar la imagen de la Familia Real. La princesa, que pronto cumplirá 21 años, ha demostrado un carácter fuerte y una capacidad innata para conectar con el pueblo noruego. Ante la avanzada edad y los problemas de salud del Rey Harald, el Parlamento noruego ha comenzado a estudiar una propuesta para modificar la Constitución, lo que permitiría que Ingrid asuma el cargo de regente cuando sea necesario, un rol que históricamente ha sido reservado al heredero directo.

A pesar de su juventud, Ingrid está ganando terreno en la esfera pública. Algunos medios daneses la han señalado como la 'salvadora' de la monarquía noruega, destacando que su presencia fresca y moderna es exactamente lo que necesita la institución en estos momentos de turbulencia. Su formación militar, sumada a su preparación académica y su carácter afable, la posicionan como una futura reina que puede reconectar a la monarquía con el pueblo.

El silencio que ha mantenido Haakon frente a los problemas de su hijastro ha comenzado a levantar sospechas en algunos sectores de la prensa y la opinión pública. ¿Sabía más de lo que ha revelado? Mientras tanto, el tiempo sigue corriendo, y cada día parece más claro que la Princesa Ingrid tendrá que asumir responsabilidades antes de lo esperado, tanto en su familia como en la nación.

En un escenario donde la popularidad de la monarquía ha comenzado a tambalearse, la figura de Ingrid se erige como la luz al final del túnel. ¿Será capaz de restablecer la confianza del pueblo en la Corona? Mientras tanto, Marius sigue sumido en el ojo del huracán, y los rumores sobre el trato de favor que ha recibido por parte de las autoridades no hacen más que agravar la situación.