La pesadilla en la cocina de Brooklyn Beckham
Su esposa, Nicola Peltz, le apoya a pesar las críticas
La razón por la que Victoria Beckham no soporta a su nuera
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Iniciar sesiónBrooklyn Beckham es millonario por partida doble, como hijo de Victoria y David Beckham, como marido de Nicola Peltz. Pero el joven, que tiene 23 años, conduce un exclusivo MacLaren P1 y vive en una mansión en Beverly Hills valorada en ... 9 millones de euros, anda buscando su lugar en el mundo. Al menos, en el laboral. Empezó como futbolista en las categorías inferiores del Arsenal, pero la sombra de su padre era demasiado alargada e, incapaz de soportar las comparaciones, cambió el campo de juego por las pasarelas. Como modelo hizo campañas de Burberry o la española Pull & Bear, e incluso una portada en 'Vogue'. Durante ese tiempo, se interesó por la fotografía y quiso contar con su propio portfolio. No fue muy lejos. Y su trabajo de fin de semana en una cafetería parece más una anécdota ideada por un equipo de relaciones públicas y asesores de imagen que una realidad. Su nueva vocación es la cocina y quiere convertirse en chef. Para ello ha contratado a un equipo de 62 personas (algunos medios aseguran que cuenta en secreto con la asesoría de Gordon Ramsay) para alimentar el contenido de sus redes sociales, donde cuenta con más de 14 millones de seguidores, en las que presenta el espacio 'Cocinando con Brooklyn' en el que muestra sus habilidades. O, al menos, lo intenta.
Las críticas han sido feroces: 'The New Yok Post' ha llegado a titular «El problema de Brooklyn es que no sabe cocinar», al tiempo que señala que no se entiende que el programa cuente con un 'productor culinario' que supervisa unas recetas que son tan básicas como un sandwich. Y no es barato: el presupuesto alcanza los 100.000 euros por programa. Pero el 'Mirror' ha echado más leña al horno del joven Beckham, mostrando la polémica que ha generado la receta de 'pizza fresca' de Brooklyn: tan fresca que la ha salido la masa medio cruda. Con una base de tomate de lata y ajo, mozzarela y champiñones, la frescura de una pizza tan básica está en las hojas de albahaca con la que remata una faena que desaprueba la mayoría de sus seguidores. El plato no es de los que abren el apetito, desde luego: «Por favor, déjalo ya», «la pizza más triste que he visto en mi vida», «ni es cocinero ni es chef», son algunos comentarios que el diario ha recogido. Mientras tanto, su esposa Nicola le ha regalado cuatro emojis de corazoncitos que son como cuatro estrellas Michelín. Sí, sabemos que no existen. Por eso mismo.
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