Penélope Cruz recibe multitud de críticas al convertirse en la imagen de Emirates, la aerolínea árabe con sede en Dubái

Sin embargo, hace dos semanas la actriz reveló en su cuenta de Instagram que se sentía «muy emocionada de colaborar con Emirates como su nueva embajadora de la marca», revelando que ha sido «una viajera frecuente con ellos durante muchos años y han sido parte de algunos de los viajes más especiales de mi vida».

Los spots publicitarios, cuyas imágenes comenzaron a emitirse a principios de junio en todo el mundo, fueron rodadas a bordo de un Airbus 380 y muestran a Cruz rodeada de los lujos exclusivos de los clientes de Business y First Class de Emirates.

Una actitud que le ha valido un gran aluvión de críticas, ya que Emirates es una de las empresas más contaminantes del planeta y tiene su sede en Emiratos Árabes Unidos, uno de los países donde menos se respetan los derechos tanto de las mujeres como del colectivo LGBTI en general. «Aceptar participar en una campaña de una compañía creada en países dictatoriales que no respetan los derechos de las mujeres, entre otras atrocidades, no creo que sea algo que haya que hacer. Los principios éticos y políticos de la izquierda hay que defenderlos y practicarlos, sobre todo practicarlos. Incluso es más fácil desde una posición de poder económico, pues uno puede decidir con libertad. rechazar ser imagen de una empresa así ayuda más a la lucha por los derechos femeninos que cortarse el flequillo y colgarlo en redes con el hashtag correspondiente», expresó un usuario de Instagram en los comentarios del anuncio. «Valores contradictorios. Haces películas de crítica social y luego vendes el lujo extremo, trabajando para firmas y marcas que poco tienen que ver con la solidaridad, la igualdad y el respeto a los derechos humanos», comentó otro usuario. En ese sentido, otros se preguntaron: «¿No hay marcas que promocionar que hay que hacerlo con la que representa todo lo peor de la sociedad actual? Capitalismo radical, respeto cero a los derechos humanos, inexistencia de la mujer en cualquier plano del país y una amenaza seria para el cambio climático. Increíble lo de Penélope, que decepción más grande… También te han comprado a ti...» o «Y la próxima vez que hables sobre salvar el planeta, ¿qué hacemos?».

Por último, cabe destacar que las críticas frente a este anuncio de la actriz son tan numerosas que ha tenido que restringir los comentarios de la publicación.