Patricia Cadaval, la hija de César de Los Morancos, se casa este sábado en Sevilla: los detalles de su boda
La menor del clan Cadaval, se dará el 'sí, quiero' con Pablo Cacace en una celebración familiar llena de emociones y tradiciones, según revela 'LOOK'
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Iniciar sesiónPatricia Cadaval, la hija menor del humorista sevillano César Cadaval, el más joven del icónico dúo Los Morancos, está a punto de dar uno de los pasos más importantes de su vida: este sábado 24 de mayo se casa con su pareja, ... Pablo Cacace. La periodista de 27 años, que ha preferido mantenerse alejada del foco mediático, protagonizará una de las celebraciones más especiales de su familia.
El enlace se llevará a cabo en la iglesia de San Bartolomé, en El Real de la Jara, Sevilla, el mismo templo donde, hace nueve años, su hermana mayor Marta se casó con Jaime Núñez. La ceremonia será seguida de un convite en la finca familiar Navarredonda, un enclave muy querido por los Cadaval, donde han celebrado otras ocasiones señaladas.
A pesar de pertenecer a una familia conocida, Patricia ha construido su propio camino profesional. Graduada en Periodismo, ejerce la profesión con pasión, al igual que su hermana Marta, quien fue una de sus grandes inspiraciones. Pero si algo destaca de ella es su naturalidad y sencillez, algo que ha dejado patente en sus declaraciones exclusivas a 'LOOK' a escasas horas del gran día.
«Tengo mucha suerte con lo que tengo a mi alrededor, con mi familia, con mis amigos, con Pablo, con la familia de Pablo… Estoy la verdad que muy emocionada», confesó Patricia, dejando ver el vínculo tan especial que mantiene con sus seres queridos.
La pareja, que ha superado una relación a distancia, él vivía en Marbella y ella en Madrid, comenzará una nueva etapa juntos en Sevilla. «Va a ser el fin de una etapa y el comienzo de una nueva», explicó la periodista, visiblemente ilusionada pero también nostálgica, ya que esta boda supone también dejar atrás la vida en casa de sus padres: «He vuelto a mi casa con mis padres y es como si volviese a ser pequeña otra vez… Con muchas ganas, pero también con melancolía de dejar mi casa».
Sobre la boda, Patricia y Pablo han apostado por una ceremonia emotiva y personal, organizada con mimo junto a sus familias. «Como la boda es en casa de mis padres, la verdad es que bastante bien. Mi hermano Alfonso es el que se ha encargado de toda la gestión allí en el campo», explicó.
«Dentro de que es una boda grande, no queríamos el Circo del Sol, queríamos cosas muy básicas», apuntó Patricia, quien destaca la entrega de sus padres como uno de los mayores regalos. «Mis padres son una bendición del cielo, no dicen nunca que no. Hacen un esfuerzo brutal por satisfacerme y por satisfacernos».
Por otro lado, uno de los secretos mejor guardados de toda novia es su vestido, del cual Patricia ha dado detalles al citado medio. Diseñado por la firma sevillana Cherubina, este vestido ha sido un regalo muy especial de su tío Jorge, a quien Patricia define como su «segundo padre».
La novia cumplirá con la tradición de llevar algo prestado, azul y antiguo. En este caso, un detalle heredado de su abuela María, madre de César, un zafiro en su anillo de pedida y posiblemente una cinta azul escondida entre su atuendo nupcial. Tras la boda, los recién casados pondrán rumbo a su luna de miel en la Polinesia Francesa.
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