¿A qué se dedica Pablo Castellano, ganador de 'El Desafío' y esposo de María Pombo?

Sobre la relación de Pablo Castellano, de 37 años, con María Pombo no hay mucho que añadir porque ella ya suele contarlo todo (o casi todo). Se casaron en 2019 en una boda en la que sonaba el himno de España de fondo. Una boda patriota. Desde entonces, la pareja no ha dejado de compartir ni un solo segundo de sus vidas a través de redes sociales, que ya es profesión. De hecho, son de los influencers más cotizados del momento y hay quienes ven en ellos unos «kardashian castizos».

Tras el estreno del documental sobre la vida de María Pombo, se pudieron conocer muchas más facetas del influencer, incluida la forma de gestionar las crisis con María Pombo. Se les ha visto echarse los trastos a la cabeza, ir al psicólogo para gestionar la situación mejor, reconciliarse… Lo que viene a ser una vida privada convertida en pública. Lo normal en este mundo.

Pablo Castellano es sin duda el marido más famoso de las hermanas Pombo. También la familia que forman. Han hecho caja con todo e incluso muestran a sus hijos en las redes sin que les preocupe lo más mínimo. No obstante, el marido de María tiene un recorrido anterior e incluso participó en una serie de televisión llamada «B&B».

Pero no triunfó demasiado en su faceta de actor y tuvo que buscarse la vida por otro lado. Así, optó por estudiar Arquitectura hasta reformar la casa de sus sueños, que acabó vendiendo por más de un millón de euros... Un hacha para los negocios. También es parte activa del Grupo Archarray junto a su hermano Jacobo, una empresa familiar de construcción y rehabilitación de interiores.

En casa de Pablo eran seis hermanos, con los que ha tenido de todo. Con los que más relación ha mantenido siempre ha sido con los de la parte de la madre, no tanto con las del padre. Aun así, fue todo un palo para Pablo Castellano la pérdida de su padre, José Luis, en 2010. Algo que lastró incluso a la economía de la familia.

«De la noche a la mañana nuestro padre se va y en cuestión de 15 días no tenemos nada, absolutamente nada. Cuando digo nada, es nada. No teníamos ni un euro en la cuenta para poder encender la luz de casa ni la calefacción, estábamos con abrigos en casa, con velas, porque no teníamos dinero para pagar nada«, contaría el muchacho.

Entonces emergió cual Vivien Leigh en «Lo que el viento se llevó» para pronunciar aquello de «juro que jamás volveré a pasar hambre». Dicho y hecho. Tomó las riendas del negocio que dirigía su padre y el resto es su historia. Éxito en los negocios, en las redes sociales, en la televisión… ¿Qué será lo siguiente?