Las oportunidades perdidas y los nuevos horizontes laborales de Irene Rosales tras su divorcio
Ser la mujer de Kiko Rivera le abrió muchas puertas, aunque otras se han cerrado: te contamos las posibilidades que tiene en esta nueva etapa
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Iniciar sesiónIrene Rosales ha regresado a la televisión con una participación esporádica en 'Bailando con las estrellas', el programa de Telecinco que pone a prueba la destreza de los famosos sobre la pista de baile. Ha sido allí, donde como visitante y no como ... concursante, ha querido que sucediese su regreso a la pequeña pantalla tras su separación de Kiko Rivera. La conocimos por ser la pareja del DJ, después la madre de sus hijas y su mujer, y sus papeles en antena siempre han sido como tal. Pero ahora es Irene Rosales y con este paso adelante está dejando claro que quiere tomar su propio camino, dejando atrás lo que un día fue.
En 'Bailando con las estrellas', Irene sorprendió a los espectadores con su naturalidad, su carisma y su actitud positiva. La propia colaboradora aseguró en una entrevista que este regreso le servía para reconectar con el público y, sobre todo, para reconectar consigo misma, tras una etapa difícil marcada por la ruptura. Durante su actuación, que el jurado describió como «sincera y emocionante», dejó claro que el baile no se le da mal. Su participación, aunque breve, fue suficiente para recordarle al público que no es únicamente la esposa de Kiko Rivera ni la madre de sus hijas, sino una mujer con ambiciones propias que parece tener ganas de tener su propio papel en la esfera pública.
El regreso a la televisión supone también un punto de inflexión frente a las oportunidades que, en el pasado, Irene dejó escapar. Sobre todo por los problemas familiares de Kiko, a quién siempre apoyó. Su implicación en 'Bailando con las estrellas' demuestra que está dispuesta a recuperar el terreno perdido y a posicionarse nuevamente como colaboradora, un papel que dejó para no enfrentarse a las muchas preguntas que surgieron a raíz de 'La herencia envenenada', el programa en el que su entonces marido desgranó sus problemas con su madre, Isabel Pantoja. Desde entonces lleva años fuera de la televisión. Ahora no tendría que responder por nada más que por sí misma, aunque la atención sobre su familia política es algo que no podrá evitar fácilmente.
Proyectos fallidos
Pero no solo lo intentó en los platós, Irene también estuvo un tiempo trabajando en su propio proyecto de moda, VAROI. En 2022, Irene decidió emprender con una firma de bolsos propia, un sector que siempre ha despertado su interés. Presentó sus diseños personalizados y explicó en su momento que le había puesto muchas ganas e ilusión. Sin embargo, el proyecto no prosperó. La tienda online de la marca sufrió problemas logísticos, los pedidos no se gestionaron correctamente y la comunicación con los clientes fue limitada. Rosales explicó en varias entrevistas que la falta de tiempo y la prioridad de otros compromisos le impidieron dedicarle la atención necesaria al negocio, lo que derivó en la paralización de la marca.
Su relación con la televisión también ha tenido altibajos. Irene fue colaboradora en programas como el extinto 'Viva la vida' y participó en otros espacios como 'Ven a cenar conmigo: Gourmet Edition'. Sin embargo, en varias ocasiones decidió alejarse de los medios para centrarse en su familia y en su matrimonio. Quizá hoy la propia Irene vea esto como una oportunidad perdida, aunque durante este tiempo no ha estado sin trabajar.
Ha utilizado la popularidad para su carrera en redes sociales, donde en estos momentos cuenta con setecientos veintidós mil seguidores en Instagram y es su escaparate perfecto para utilizar su imagen y hacer publicidad de determinados productos. Un negocio que se ha convertido en su modo de vida ahora que ya hace vida al margen de Kiko Rivera, que se ha mudado a otra vivienda. También, debido a su reconocimiento público, la sevillana ha trabajado de forma puntual con marcas siendo imagen de las mismas en eventos en los que ha atendido a prensa y de los que después ha hecho promoción, una oportunidad con la que no contaría de ser solamente una 'influencer' al uso.
La vida de Irene ha cambiado, ahora inevitablemente tiene que reconfigurarla y hacerse cargo de determinados gastos en solitario, por lo que quizá su manera de hacerlo también cambie. También le es más fácil, pues antes tenía que tener en cuenta la opinión de su marido a la hora de contar determinadas cosas. Ahora, a través de las redes, puede decidir qué partes de su vida le apetece compartir de manera orgánica para crear comunidad y cuáles prefiere guardarse para sí, ahora depende solo de ella misma.
De manera que, si el pasado incluye proyectos que no prosperaron, como VAROI, o la retirada temporal de la televisión para centrarse en su familia, la situación actual ofrece un panorama prometedor. Irene ha demostrado que puede recuperarse, reinventarse y utilizar su experiencia para tomar decisiones más acertadas. Su participación en 'Bailando con las estrellas' es solo el comienzo de un camino que, si se planifica correctamente, podría abrirle muchas puertas y consolidar de nuevo su presencia en televisión si es que es su objetivo. Lo que sí dejó claro es que le apetecía enfrentar nuevos retos.
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