El nuevo escándalo de Marius, el hijo de Mette Marit: robo de objetos valiosos a la Corona y fiestas regadas de alegría en palacio

A sus 27 años, Marius Borg continúa siendo el protagonista de la realeza europea. O, al menos, en su vertiente más sórdida y díscola. Tras los intentos de la Corona noruega de que todo regresara a la normalidad, su detención hace dos semanas reavivó la polémica mientras se siguen deslizando nuevos detalles de su presunta vida delictiva que ponen en jaque a la familia real noruega.

El hijo mayor de Mette-Marit no tiene sangre real, pero ha sido criado como uno más dentro de palacio y educado de la misma manera que sus dos hermanos, los más formales Ingrid y Sverre Magnus. Sin embargo, hace tiempo que es conocido por la prensa del país como «la oveja negra» de la familia y no ha hecho precisamente propósito de enmienda en este tiempo.

El periódico «Se og Hør» acaba de publicar nuevas informaciones que vuelven a mostrar la peor imagen posible del joven y denuncia la «impunidad» con la que habría estado actuando en los últimos años, sugiriendo un intento de la Corona por tapar su comportamiento.

Los hechos relatados por el medio se ubican en Skaugum, la residencia real del príncipe heredero al trono, Haakon de Noruega, situada a unos 20 kilómetros de Oslo. Fue aquí donde hace un tiempo estampó su coche en el interior de la finca, suceso del que ahora se han publicado imágenes. «¡Y Marius está fuera!», exclama la publicación compartida por uno de sus amigos, que se toma a risa el accidente.

En este punto, cabe recordar que Marius Borg fue acusado el pasado año de «conducción temeraria» y protagonizó un vídeo que se hizo viral en el que se le podía ver conduciendo a una velocidad imprudente en los alrededores de su casa.

Pero es que la cosa no se queda ahí y ahora llega lo nuevo. Porque el muchacho, a quien le gusta gastar, habría sustraído al parecer las tarjetas de crédito emitidas a nombre de la Corona para utilizarlas en su propio beneficio. Para su uso y disfrute, como gusta.

Asimismo, os medios advierten del uso que le ha dado en este tiempo a la residencia oficial. Tal y como ha desvelado el citado medio, él y su grupo de amigos habrían estado celebrando fiestas llenas de alegría y bien regadas, conocidas entre ellos como el Festival Skaugum. Se trataría de reuniones que incluirían el consumo indiscriminado de alcohol y drogas.

Y más: no solo habría existido un alboroto lúdico dentro de palacio, sino que también se habrían cometido otros actos delictivos. Según narra la prensa noruega, el nervioso grupo de amigos habría robado objetos valiosos propiedad de la familia real que habrían sido puestos a la venta en subastas privadas e ilegales.

Además, también se han hecho públicos varios vídeos grabados en el interior del palacio donde se puede ver a una persona desconocida entonando canciones populares y no tan populares. Unas imágenes que confirman que Marius Borg ha estado actuando a sus anchas mientras los príncipes herederos al trono eran conocedores de estos actos.

De hecho, fue él mismo quién se encargó de confirmar que su madre era conocedora de las amistades con las que se juntaba, generando una oleada de antipatía (una más) del pueblo noruego hacia la Corona. Después del suceso que protagonizó con su exnovia, prometió dejar las drogas, algo que ha incumplido flagrantemente. En su última detención, hace menos de dos semanas, la policía encontró sustancias ilegales y armas de fuego, por lo que ahora se enfrenta a numerosos cargos. De momento, la familia real se mantiene en el «no comment».