Muere Ruphert, el peluquero de famosas como Lola Flores o Grace Kelly, a los 87 años

«Ha sido un icono de su sector, además de ser inspirador de muchas generaciones. Innovador y libre, su creatividad impulsó técnicas novedosas que hoy se estudian en las academias y escuelas de todo el mundo», ha destacado el alcalde de Tomelloso, Javier Navarro.

Originario de Tomelloso (Ciudad Real), Ruphert se trasladó a Madrid con tan solo 14 años con el sueño de convertirse en un estilista famoso. Y lo consiguió, ya que, a lo largo de su carrera, logró peinar a miembros de la alta sociedad y celebridades de la talla de Lola Flores, Jacqueline Kennedy, Grace Kelly y Rocío Jurado, entre otras famosas.

Fue dentro del equipo de la peluquería de Sara Di Stéfano donde conoció a Lola Flores, quien se quedó prendada con la habilidad de Ruphert para alisarle el cabello, algo totalmente novedoso en la época.

El periodista Emilio Romero dedicó después un artículo a Ruphert en la portada de su periódico, lo que le encumbró en la profesión e hizo que llegara a peinar al ministro Camilo Menéndez Tolosa, en pleno régimen franquista.

Dentro de su listado de fieles clientas se encontraba también Naty Abascal, María Callas o la misma Rocío Jurado, quien le encargó que peinara a su hija, Rocío Carrasco, en el día de su boda con Antonio David Flores.

Además, el director de cine Federico Fellini llegó a definirle como «el mejor peluquero del mundo». Y es que no solo se convirtió en un referente de la profesión dentro de España, sino también al otro lado del charco, logrando peinar a rostros como Grace Kelly, María Callas, Josephine Baker o la empresaria argentina Nelly Raymond.

Ruphert era conocido también por experimentar dentro de su profesión. Inventó el concepto de «pelo frito» y fue pionero en estilos innovadores como la mítica melena bicolor que lució en los 90 Mónica Naranjo, una de las famosas que se puso en manos del peluquero.

No obstante, Ruphert también ganó alguna enemistad. En concreto, se enfrentó a Carmen Ordóñez en televisión, además de a Naty Abascal, quien dejó de hablarle por discrepancias con su peinado.

En el momento de su fallecimiento, Ruphert estaba retirado de la profesión y su salón en el barrio de Salamanca de Madrid está ahora a cargo del joven estilista asturiano Gabriel Llano.