Muere María de Mora, la empresaria que organizaba encuentros y cenas entre famosos y poderosos

El periodista Javier de Hoyos indicó en sus redes sociales que «desde hace días se encontraba en cuidados paliativos». Se sabe que durante la última etapa de su vida la colaboradora luchó contra tres cánceres, tal y como ella misma desveló en diferentes entrevistas. El primero fue a los 36, el segundo a los 38 y el tercero a los 53. En 2014, la 'madame' visitaba nuevamente Mediaset para hablar de que padecía cáncer por tercera vez. «Cuando me dijeron que tenía cáncer, mi primera reacción fue decir: 'no me lo puedo creer'. Tuve miedo, mucho miedo. Pensé que no iba a poder superarlo. Cuando me lo dijeron, creí que no iba a tener fuerzas para afrontar un tratamiento tan agresivo como el que atravesé hace 17 años», expresaba.

Su relato fue así de crudo: «La primera vez solo me quitaron el pecho. Cuando ya estoy con la reconstrucción me vuelve otro cáncer y ahí lo pasé fatal. Los tratamientos en esa época eran horribles, tanto que me quedé en silla de ruedas, no veía. Estaba postrada en una cama, ni podía comer. Así estuve cuatro meses y luego empecé la recuperación. Tuve mucho miedo. Pedí dos veces la eutanasia porque no podía más».

Fue hace dos décadas cuando su nombre se hizo popular por sus revelaciones escandalosas en numerosos programas de televisión, principalmente en 'Sálvame' y distintos medios de comunicación, generando una gran inquietud entre cierto círculo de celebridades. Se encargaba de poner en contacto a mujeres famosas con hombres de mucho poder. Se habló de nombres como Sonia Monroy, Marlene Murreau, Ivonne Reyes o Malena Gracia, entre otras.

«Jamás les he cobrado a las chicas, porque eso sería un delito. Yo cobraba de mis clientes por presentarles chicas para ir a cenar, pero nunca de ellas. Jamás les dije que tenían que acostarse con nadie», explicó una vez en una de sus polémicas intervenciones en aquel ruidoso programa que era 'Sábado Deluxe'.

La propia Belén Esteban desveló un suceso singular al asegurar que María de Mora contactó con ella para ofrecerle unirse a su 'equipo', una propuesta que rechazó. «A mí me llamó María, pero yo estaba en Benidorm y le dije que no me iba a cenar con nadie. Me dijo: 'Te voy a presentar un árabe'. Pero le dije que no».

Llevaba años alejada de la esfera pública y compartía en sus redes sociales sus tratamientos de belleza y medicina reparadora, incluyendo liposucciones, infiltraciones e inyecciones de bótox.

Hubo un momento, a comienzos de este siglo, cuando las intervenciones de María de Mora, eran la comidilla en todo el mundo rosa y se alzaba como una de las estrellas de la programación de Telecinco. Su estilo era soltar gravísimas insinuaciones, no decir nombres y someterse al escarnio y los reproches por parte de los tertulianos.

Oficiaba de relaciones públicas y organizaba eventos por los que ponía en contacto, a cambio de suculentas comisiones, a rostros populares de la pequeña pantalla con empresarios y poderosos «con ganas de aliviar los problemas de la vida cotidiana», según explicó hace un tiempo la propia cadena de televisión.

Sin embargo, llegó un momento en el que María de Mora se cansó de gestionar el ocio ajeno y exponer sus medidas revelaciones. Se apartó de los medios de comunicación y se reinventó con otra de sus pasiones: la asesoría en asuntos estéticos.

A través de sus redes sociales, la exmodelo exponía diferentes tratamientos de belleza y medicina reparadora, incluyendo liposucciones, infiltraciones, inyecciones de bótox, etc.

Además, utilizaba sus redes para lanzar diferentes consignas políticas, menciones a 'Sálvame', hablar de cenas con amigos y eventos sociales, exponer instantáneas de su archivo personal, etc. Lo que viene a ser una influencer.

Tampoco tuvo reparos en lamentar el fallecimiento de Mila Ximénez a pesar de los virulentos enfrentamientos que protagonizaron ante los ojos de toda la España que disfrutaba con este tipo de pelea. «Feliz Viaje, Mila. Dejas un gran vacío», le escribió.

Durante sus años de exposición ante las cámaras, María de Mora presumió de mantener una relación muy estrecha con Kiko Matamoros, quien llegó a ser su representante, aunque hacía muchos años que no se les veía juntos. De hecho, no estuvo en el enlace entre el popular colaborador y Marta López Álamo.

Prolífica en redes, la última publicación que María de Mora hizo en Instagram databa de hace 13 semanas. Fue entonces cuando la empresaria compartió una imagen suya junto a la que escribió el siguiente mensaje: «Fin de semana terminado y me pregunto... ¿Por qué esperar al fin de semana para divertirse? Cualquier día de la semana que entramos será ideal para ello». El largo silencio a partir de entonces invitó a pensar en que algo había ocurrido. Ahora se conoce el irreversible desenlace.