Muere Luis Ortiz, exmarido de Gunilla von Bismark e icono de la jet-set de Marbella, a los 74 años

El que se convirtió en una de las figuras más emblemáticas de los años 80, ha fallecido en el Hospital Quirón de Marbella, donde recibía diálisis y quimioterapia por el cáncer de próstata que padecía

Luis Ortiz y Gunilla von Bismarck: una gran historia de amor más allá del glamour y las juergas

Gunilla von Bismarck: «La mejor quimioterapia para Luis son las partidas de ajedrez con nuestros nietos»

Luis Ortiz y Gunilla von Bismarck en una foto de archivo GTRES

Aarón Espí

Luis Ortiz, exmarido de Gunilla von Bismarck y una de las figuras emblemáticas de los años dorados de Marbella, falleció este lunes, 16 de septiembre. Estaba luchando contra un cáncer de próstata que le diagnosticaron hace varios años. Según recoge 'Diario Sur', ... murió en el Hospital Quirón de Marbella, donde recibía diálisis y el tratamiento de quimioterapia. Desde el citado medio apuntan que no se va a instalar una capilla ardiente, pero que la familia sí tiene previsto celebrar el próximo sábado una misa en Marbella para que familiares y allegados puedan darle el último adiós y presentar sus condolencias.

Junto a Gunilla von Bismarck, Luis Ortiz formó una de las parejas más distintivas de la década de los 80, años en los que Marbella vivía su época más glamurosa. Además, pese a que se separaron, seguían teniendo buena relación. Prueba de ello es que ambos acudieron juntos a la celebración del septuagésimo aniversario del Marbella Club. Este tuvo lugar el pasado abril y se convirtió en una de sus últimas apariciones públicas. En aquel momento, se pudo ver su deterioro físico como consecuencia de la enfermedad que padecía. Eso sí, el ánimo y humor nunca le faltaron desde que le diagnosticaron el cáncer de próstata.

Las alarmas sobre su estado de salud saltaron después de que, este verano, Gunilla von Bismark comenzase sus noches veraniegas marbellís sin la compañía de Luis Ortiz, con el que solía ir a todas las celebraciones. «Ha estado a punto de venir, porque en su mente, él sigue queriendo estar presente en todo, y no perderse ni un solo sarao. Pero tiene que diversificar sus energías y con este terral, de altas temperaturas, que está habiendo, estos días los doctores le han recomendado que se quede en casa y se cuide todo lo que pueda. Sigue con sus tratamientos de diálisis en el Hospital Quirón, donde le tratan de maravilla», explicó Gunilla von Bismarck, el pasado julio, en conversación con ABC.

«Como ya no viene conmigo casi, al llegar a casa le hago una retransmisión de lo que ocurre en Marbella. Y los chascarrillos que siempre le han gustado»

Gunilla von Bismarck sobre Luis Ortiz

Aún así, cuando von Bismark regresaba a su casa, le contaba a Luis Ortiz todo lo que se estaba viviendo en Marbella: «Como ya no viene conmigo casi nunca al llegar a casa le tengo que hacer una retrasmisión de todo lo que ocurre en la ciudad. Él quiere estar informado y me pregunta ¿has visto a fulanito de tal? Y todos los chascarrillos que a él siempre le han gustado».

La Condesa alemana no era el único apoyo que tuvo Ortiz hasta sus últimos días. Desde hace un año, su hijo, Francisco José Ortiz von Bismarck, junto a su esposa, Elisabet Dutú, y sus nietos, Luisito y Fran, se mudaron a Marbella para estar con él. «Mis nietos le dan la vida al yayo Luis. A veces se enfada por las palizas que le dan en el parchís y cuando le dan jaque mate en el ajedrez. Estos días con el futbol han estado muy entretenidos, se ponen a tope con el Real Madrid y la Eurocopa», confesó Gunilla von Bismarck a este periódico.

Su salvavidas

Como no podía ser de otra forma, la historia de amor entre Luis Ortiz y Gunilla von Bicmark surgió en Marbella. En la ciudad malagueña, el empresario era uno de los integrantes de Los Chorys. Mientras tanto, la Condesa alemana disfrutaba de las tórridas temperaturas del período estival, donde pasaba largas temporadas junto a sus hermanos. Su noviazgo, según confesó Luis a 'La Razón', le cambió la vida: «Gunilla me ha salvado la vida, si no es por ella yo hubiera seguido con una vida de desenfreno». Lo suyo fue viento en popa y sellaron su amor, en 1972, en el altar del castillo de Friedrichsruh en Schleswig-Holstein (Alemania). Ocho años después, dieron la bienvenida a su único hijo. Y aunque en 1989 decidieron separarse, nunca lo hicieron físicamente.

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