Moda, polémica y vuelta a la televisión: el nuevo capítulo en la vida de Gloria Camila Ortega

Hace tres años participó en un reality, 'Pesadilla en el Paraíso', y al salir se encontró con una guerra abierta entre su padre, José Ortega Cano, y su entonces esposa, Ana María Aldón. Ya antes de eso se había emitido la docuserie de Rocío Carrasco, 'Contar la verdad para seguir viva', que afectó profundamente a toda la familia. A eso se sumó la demanda que interpuso contra su ex, Kiko Jiménez, un episodio que, como ella misma ha reconocido en varias ocasiones, la dejó muy tocada. Sentía que no podía más, que había alcanzado su límite, y necesitó ayuda para recomponerse.

Aun así, no se quedó parada. Comenzó a estudiar Derecho, una iniciativa que llegó después de haber iniciado años atrás la carrera de Diseño de Moda —cuyo estado actual se desconoce: no se sabe si la ha terminado, si sigue cursándola o si la ha abandonado—. Lo cierto es que durante un tiempo compaginó sus estudios con su segundo proyecto empresarial, el más importante hasta la fecha.

Durante su relación con Kiko se trasladó a vivir a Sevilla, y allí, con ayuda de su padre, abrió una tienda de moda. Estuvo operativa poco más de un año, ya que nunca terminó de funcionar, a pesar de que era habitual ver a la pareja en el local y de sus esfuerzos por promocionarlo en redes sociales. Ni la tienda funcionó, ni la relación prosperó.

Gloria, sin embargo, se reinventó. Y no solo quiso vender productos seleccionados, sino crear su propia colección. Así nació Bakkus, su firma de moda, que no ha estado exenta de polémica. Hace justo un año, en la primavera de 2024, presentó oficialmente la marca en un gran evento que coincidió con su cumpleaños. Familiares y amigos se trasladaron a un centro comercial del noroeste de Madrid, donde se celebró un desfile con todas las creaciones que desde ese día se pusieron a la venta, exclusivamente online.

Los precios, la calidad y el país de confección pusieron a Bakkus en el centro de la polémica. En redes sociales, muchos criticaron los precios —la mayoría de las prendas superaban los cien euros y algunos conjuntos alcanzaban los cuatrocientos—, cuestionaron la calidad y señalaron que el diseño no se diferenciaba mucho de lo que se puede adquirir en webs lowcost. También se criticó la escasa variedad. Hasta la fecha, la empresa, de la que Gloria es administradora única, no ha presentado cuentas, por lo que se desconoce el volumen real de ventas en este primer año, aunque hay indicios de que las cosas no han ido tan bien como esperaban.

Tras la primera colección, no ha habido más. En otoño-invierno lanzaron una cápsula de sudaderas con frases como «Agua que no has de beber, déjala correr» o «Yo soy pro gay», con ella misma, su primo Chema (hijo de sus tíos Mari Carmen y Aniceto), su padre Ortega Cano y su hermano José Fernando como modelos. Pero en primavera no hubo novedades, y por ahora, tampoco las hay de cara al verano. Se siguen vendiendo los conjuntos del año anterior y, según contó Gloria en redes, la nueva colección no salió adelante porque el taller al que la encargaron no cumplió con los estándares que ella esperaba. Sea como fuere, a día de hoy no hay novedades en su web, aunque la tienda sigue activa y las redes sociales se actualizan a diario, lo que indica que su intención es continuar.

Su regreso a los medios puede ser una parte clave en esa continuidad. Primero, con una sincera y extensa entrevista en ¡De Viernes!, donde habló de su infancia, el accidente de su padre, su adopción, la ruptura con Kiko Jiménez y su relación con Ana María Aldón. Y luego como comentarista en Supervivientes y colaboradora en TardeAR y Fiesta. Sin duda, una exposición mediática que le supondrá un importante empujón económico y que, quizás, se convierta en una inversión directa en su gran proyecto: Bakkus.