La millonaria fortuna que deja Ozzy Osbourne tras su muerte

El llamado 'Príncipe de las Tinieblas' no solo marcó generaciones con su música, sino que también supo construir un imperio económico con múltiples fuentes de ingreso: giras multitudinarias, ventas de discos, licencias musicales, televisión, festivales, productos de merchandising y, más recientemente, inversión inmobiliaria y activos digitales.

La base de su riqueza está íntimamente ligada a su carrera artística. Como vocalista de Black Sabbath, banda que cofundó en 1967, Osbourne participó en la creación de algunos de los discos más influyentes del heavy metal. Se estima que el grupo vendió más de 75 millones de álbumes en todo el mundo.

Su carrera en solitario también fue extraordinariamente exitosa: 51 millones de unidades vendidas, según datos de 'Chartmasters'. En total, su discografía supera los 120 millones de copias, lo que lo posiciona como uno de los músicos más rentables del género.

La música no fue solo una fuente de prestigio artístico, sino también de ingresos constantes. Según datos recopilados por 'Finance Monthly' en junio de este año, su carrera como solista generó cerca de 70 millones de dólares, mientras que las regalías provenientes de Black Sabbath aportaron alrededor de 60 millones. A esto se suman otros 35 millones recaudados por conciertos y giras internacionales.

Incluso cuando su estado de salud, deteriorado por el Parkinson diagnosticado en 2020, lo obligó a alejarse del escenario, Osbourne continuó percibiendo regalías por licencias de sus canciones en películas, series y videojuegos.

Uno de los hitos más rentables de su carrera fue el 'Ozzfest', el festival que lanzó en 1996 junto a su esposa Sharon. En sus diferentes ediciones, se calcula que este evento generó más de 100 millones de dólares, combinando entradas, patrocinios y ventas de productos oficiales.

El festival no solo fortaleció su imagen como empresario, sino que también fue clave para posicionar a decenas de bandas emergentes dentro del circuito global del metal.

Otro giro fundamental en su vida financiera fue su incursión en la televisión. Entre 2002 y 2005, MTV emitió el reality 'The Osbournes', un retrato crudo y a la vez entrañable de su vida familiar. El programa marcó un antes y un después en el formato del reality y fue un fenómeno internacional.

Durante su primera temporada, la familia Osbourne recibió 200,000 dólares por episodio (un total de 2 millones), y posteriormente firmaron contratos más lucrativos. Las últimas temporadas habrían generado entre 15 y 20 millones, sin contar ingresos derivados de ventas internacionales, merchandising y lanzamientos en DVD. Se estima que, en total, 'The Osbournes' podría haber aportado entre 20 y 40 millones de dólares al patrimonio familiar.

El músico también diversificó su fortuna con inversiones inmobiliarias. En 2022, él y Sharon pusieron en venta su mansión de Hancock Park, en Los Ángeles, por 18 millones de dólares, siete más de lo que habían pagado en 2015. También poseían residencias en Hidden Hills, Malibú y en su finca en Buckinghamshire, Inglaterra.

En los últimos años, Ozzy también incursionó en el mundo digital, lanzando su propia colección de NFTs en 2022. Además, mantenía vigente una línea de merchandising con su imagen, incluyendo ropa, figuras coleccionables y ediciones especiales de discos.

Con su muerte, no solo se despide uno de los pilares del heavy metal, sino también un artista que supo convertir la rebeldía del rock en un negocio millonario, sin perder nunca su esencia.