May Pang, la asistente de Lennon que se convirtió en su amante: «Se va a descubrir la pieza que falta en nuestra historia»
El nuevo documental 'The Lost Weekend: A Love Story' descubre nuevos datos del 'affaire' que rompió -temporalmente- el romance del ex Beatles con Yoko Ono
¿Pudo Lennon haber sido feliz con otra y volver a ser un Beatle?
Nacho Serrano
Cuando Yoko Ono empezó a notar que John Lennon ya no tenía tantas ganas de acostarse con ella, allá por 1973, le preguntó a la asistente de la pareja, May Pang, si quería convertirse en su amante. «Tú no tienes novio, ¿verdad?». ... Ella respondió: «No, pero por favor mejor pregunta a otra persona». La reacción hizo que la artista lo viese claro: «Tú eres una buena chica y no quieres que él salga con alguien que no va a ser buena con él, ¿verdad?». «Claro que no», replicó Pang. Yoko asintió y dijo con tono de haber dado con lo que buscaba: «Eres perfecta». Pang negó con la cabeza, y Yoko insitió, «sí, sí», antes de salir de la habitación.
«Esa misma tarde, John me dijo que Yoko se acercó a él y le dijo: 'Ya está arreglado'», cuenta Pang en 'The Lost Weekend: A Love Story', un nuevo documental que se estrenará próximamente en cines, y que desgrana como nunca antes la intrahistoria de su 'affaire' con Lennon partiendo de un título, 'El fin de semana perdido', que alude a la irónica forma que el ex Beatle tuvo de llamar a los dieciocho meses que pasó junto a su secretaria, alejado de su idolatrada Yoko Ono.
May Pang, que ya escribió un libro sobre todo esto titulado 'Loving John' ('Amando a John'), asegura que ni ella ni él querían liarse... al principio. Lennon accedió a acostarse con ella casi como obedeciendo una orden, pero el tiro le salió un poquito por la culata a Yoko, porque ya se sabe: el roce hace el cariño. «Como yo tenía 22 años, diez menos que él, estábamos todo el día haciendo todas las cosas que hacen las parejas jóvenes», cuenta Pang, que ahora tiene 72 años y tiene dos hijos de su posterior relación con Tony Visconti, el famoso productor de David Bowie, T. Rex e Iggy Pop, entre otros.
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Pang entró en la vida de Lennon en 1970, cuando entró a trabajar en la oficina de Allen Klein, cuya oficina administrativa representaba a Apple Records y a todos los Beatles, excepto a Paul. Y tal como recuerda en una entrevista concedida a The Guardian, la primera vez que vio a Lennon y Ono en la oficina se quedó en shock. «Parecía que no se habían bañado en meses», dice Pang, que considera que le asignaron la tarea de ser asistente de la pareja porque «podía hacer cualquier cosa que me pidieran». Vaya si podía.
Tal como relata en su entrevista, Pang inmediatamente sintió tiranteces entre sus jefes. «Eran como dos imanes que se repelían, y simplemente no quieres meterte en medio de eso». Pero no pudo meterse más en medio, aun sin pretenderlo.
Cuando Lennon se mudó a Los Ángeles para iniciar su 'fin de semana perdido' de año y medio, Pang se convirtió en su amante a tiempo completo e incluso ejerció de madre del hijo del ex Beatle, Julian. De hecho contribuyó a reforzar su relación, ya que según ella Yoko Ono tenía una extraña obsesión con mantenerlos distanciados. Le ordenó a Pang que cada vez que el niño llamase a Los Ángeles desde la residencia de Lennon y Ono en el edificio Dakota de Nueva York, le dijera que su padre no estaba disponible. También le pidió que ni siquiera informara a Lennon sobre las llamadas. Pero al estar alejada de Yoko por miles de kilómetros, empezó a tomar sus propias decisiones y animó John a volver a conectarse con su hijo. «No se habían visto en mucho tiempo, y se estaban perdiendo el uno al otro», asegura ahora Pang, que también ayudó a Julian a recuperar su relación con su madre, Cynthia, y cuyo documental no ha debido de hacerle mucha gracia a Yoko Ono porque ha declinado hacer declaración alguna sobre el mismo.
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Poco a poco, Yoko vio que perdía el control de la situación y empezó a ponerse celosa. «Empezó a llamar un millón de veces al día, a veces sólo para decir que quería que yo supiese que andaba cerca», asegura Pang. Pero en 1975, la llama del nuevo amor empezó a extinguirse cuando la pareja regresó a Nueva York. Alquilaron un apartamento lejos del edificio Dakota, y el ex Beatle finalmente volvió a su vida con Ono aunque le había prometido a Pang que comprarían una casa juntos. «Después de todo aquello seguí viéndole y teniendo intimidad con él, hasta su muerte», asegura Pang, que promete emociones fuertes ante el estreno del documental: «La gente descubrirá la pieza que falta en la historia. Ahora verán cómo fue todo en realidad».
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