Marta Sánchez: «Fede no me quiere pedir matrimonio y yo no lo voy a hacer jamás, hay cosas que son de hombres»

Sobre su relación sentimental con el empresario y emprendedor Federico León (36), con quien comenzó en 2018, Marta Sánchez ha comentado que éste siempre se ha mantenido en un discreto segundo plano, lejos del foco mediático. «Federico no era mi prototipo, y al final es con quien me encuentro tranquilamente bien. Es la forma más pura de pasármelo bien. Con otros hombres me dormía hasta con rímel porque mis ojos son mi fuerza. Y con Fede, el primer día ya me desmaquillé. Pensaba que mi físico era una parte muy importante para que los tíos siguieran enamorados, y aunque no todo es eterno, me encantaría acabar con él», y aunque ella quiere dar el paso y casarse, «él no me quiere pedir matrimonio. Y yo no lo voy a hacer, hay ciertas cosas que a mí me parece que son de hombres y otras de mujeres. Jamás se lo pediría».

Sobre su pasado sentimental, la cantante ha confesado que «he sufrido mucho por amor», aunque también ha reconocido que «también he hecho sufrir tela, y no me ha gustado, porque «chico que me ha gustado, chico que no se me ha resistido» y ha confesado que «era tan pasional y sensible que terminaba llorando», algo que ahora «con la menopausia» no le pasa.

Aunque sin duda, el momento más emotivo de la charla ha sido en el momento en el que la artista ha recordado la relación tan íntima que mantenía con su hermana melliza Paz, fallecida en 2004 como consecuencia de un cáncer de mama. «Ella y yo éramos muy diferentes. Ella era más callada, más seria, con un sentido del humor increíble que te partías de risa. Yo era más loca, más soñadora... y yo no quería ser así, quería ser un poco como ella. Admiraba mucho su elegancia. De ella aprendí el saber estar y asimilar los achaques en la vida», ha recordado sin poder evitar emocionarse. «Tuvo una hepatitis muy gorda siendo muy niña y a partir de ahí dejó de tener salud de hierro. Luego tuvo depresión postparto que fue durísimo y luego ya empezó el cáncer de mama. Fueron tres años de lucha y yo nunca la vi quejarse, sólo durante el trasplante de médula. Era una persona muy especial», ha asegurado.

De ella guarda las cartas que se escribían, lamentándose de los muchos momentos perdidos que no compartieron juntas por atender su carrera artística: «He tenido que sacrificar estar tiempo con ella y me he perdido décadas de mi hermana, y ahora que me falta me doy cuenta de ello, y no es fácil perdonarse a uno mismo», ha sentenciado.