Marta Chávarri: la musa marcada por una infidelidad, un descuido y un accidente

Desterrada voluntariamente del papel couché, Chávarri, se cubría el rostro cuando se topaba con los reporteros en la calle, excepto hace un mes cuando nació su nieta Philippa que sonrío por última vez a las cámaras que tantos disgustos le dieron en los 80 y confesó sentirse muy feliz y que la niña era guapísima. Una de sus mejores amigas desde los 14 años, estuvo con ella hace dos días y asegura que le dolia la cabeza pero que estaba feliz y a punto de marcharse a la finca de su hijo en Ávila para pasar el verano. «Era muy graciosa, muy divertida aunque muy tímida. Siempre sonreía no tenia ninguna malicia», comenta esta íntima a ABC.

Marta había desarrollado una fobia social tras ver publicadas el 14 de febrero de 1989 en 'Interviú' unas fotos en la que se apreciaba una parte íntima de su anatomía. La publicación ya extinta fue condenada por la Audiencia Provincial de Barcelona a pagarle 34 millones de pesetas por atentar contra su intimidad y por el daño moral sufrido. Ella pedía 200 millones de pesetas. Aquel escándalo unido al de su infidelidad amorosa a Fernando Falcó con Alberto Cortina, fue demasiado para ella. Las bisnieta del conde de Romanones se desposó con Fernando Falcó y Fernández de Córdoba, marqués de Cubas, en 1982. Marta se enamoró años más tarde de Alberto Cortina, consejero delegado de Construcciones y Contratas y entonces esposo de la multimillonaria Alicia Koplowitz. Ambos se casaron en 1991 y se divorciaron en 1995. Un lío amoroso que además de convertirse en la comidilla de todas las reuniones sociales dio al traste con la mayor fusión bancaria que se iba a acometer en España, la de Banesto y el banco Central.

A partir de entonces cambió las cenas y las fiestas por las meriendas, la pintura, la gimnasia y los viajes. Las pasadas navidades mostró a sus amigas su última colección de collages en casa de su hermana Isabel Chávarri. Esta, María y su hermano Gonzalo Chávarri han sido su apoyo estos últimos años. En febrero de 2013 sufrió una aparatosa caída en el cuarto de baño de su casa que le dejó la cara desfigurada. Chávarri tuvo que someterse a varias operaciones en el ojo y en la mandíbula. Una situación que no llevó nada bien anímicamente y tuvo que pasar por varios ingresos en la clínica López Ibor de Madrid. Con el paso de los años consiguió recuperar su rostro aunque ya nunca fue igual.

Lo que parece que no recuperó es la ilusión por el amor, tuvo romances con el empresario Javier Salaverri, el escultor Richard Hudson o el abogado e inspector de Hacienda, Antonio Gutierrez Marcet. Pero llevaba tiempo sola dice su entorno. La ex marquesa de Cubas fue encasillada como uno de los rostros más bellos de la jet set aunque ella decía que no pertenecía a ésta porque no exisitia. Marcó tendencia con su estilo sport a la hora de vestir y puso de moda entre las artistocratas los vaqueros y los shorts con camisetas con hombreras y sus famosas zapatillas de deporte.

Entre los títulos que más gracia le hizo recibir fue el de Lady España 88 de manos de su antecesora la duquesa de Alba «la verdad no sé el motivo». Le daba mucha vergüenza presentarse ante dos mil personas en la discoteca Ku de Ibiza. Solo pidió una cosa que no la coronasen porque «La corona es algo muy serio. Prefiero que me coloquen un adorno», dijo antes de la fiesta con la educación y simpatía que la caracterizaban. Dicen que la pérdida de su madre, Matilde Figueroa, a los 37 años, víctima de un derrame cerebral, la marcó de por vida. Matilde era hermana de Natalia Figueroa, esposa del cantante Raphael. Marta se refugió en el palacete de su abuelo el marqués de Santo Floro en Madrid ya que su padre famoso embajador fue destinado a Tailandia. En declaraciones a 'Vanity Fair' en 2011 dijo que no queria protagonismo ninguno «no podía soportar la fama ni a la prensa. Me siguieron durante diez años y fue insoportable«.

Este viernes se despedía para siempre sin hacer ruido aunque sin poder evitar protagonizar por última vez todas las portadas. Numerosos rostros conocidos acudían al tanatorio de La Paz en Tres Cantos para darle el último adiós. Su hijo Álvaro confesaba que están «Muy mal. Nos ha pillado de sorpresa, así que imaginaos como estamos. Estamos destrozados porque no entendemos qué ha podido pasar. Gracias por estar aquí». DEP