Marius Borg se defiende de las acusaciones de sus exparejas: niega haberlas agredido y reconoce sentirse la «víctima»

Borg suma tantos escándalos que han visto la luz desde que saltase a los medios de comunicación la noticia de su detención, tras agredir en un piso de Olso a su última relación sentimental, que las novedades de su caso abierto son cuanto menos esperadas pero sorprendentes. El episodio de violencia contra su expareja y el posterior reconocimiento de convivir con una grave adicción a las drogas y el alcohol fueron solo la punta de un iceberg que se construiría con el paso de las semanas y la aparición en los titulares de la prensa noruega de nuevas informaciones.

Tres acusaciones de agresiones hacia sus exparejas, la contratación por medio de un sicario para atentar contra la última de ellas o la detención tras saltarse la orden de alejamiento impuesta por la joven por la que se volvió a poner el foco en su complicado círculo de amistades relacionadas con actos delictivos incrementaron un escándalo en el que también han jugado un papel crucial para la opinión pública la venta de drogas, las amenazas verbales o las fiestas en palacio. Por todos estos episodios, si algo ha experimentado de primera mano el hijo de Mette-Marit son los procesos judiciales y los interrogatorios policiales. Son de estos sobre los que versan las últimas novedades dadas a conocer por los medios noruegos, que publican el reconocimiento de inocencia por parte del joven en parte de las acusaciones de su historial.

Tras su primer arresto por el tenso enfrentamiento en el piso de Oslo que terminó incluso con un cuchillo clavado en el inmueble, Marius Borg inició un proceso de interrogatorios para esclarecer los hechos y otros que se han ido sumando a su caso. Ahora y tras una primera confesión pública reconociendo la culpabilidad en la agresión a través de un comunicado compartido por su abogado, nuevos detalles de la involucración del díscolo en sus actos han sido comunicados por el mismo letrado.

Cuando sus exparejas Nora Haukland y Juliane Snekkestad se sorprendieron al conocer la vivencia traumática de la joven cuya identidad no ha trascendido hasta el momento, ambas se sumaron con sus testimonios en redes sociales a las acusaciones de abusos físicos y psicológicos contra Marius Borg desvelando que el episodio del pasado mes de agosto no había sido el único. Sin embargo, y tal y como ha trascendido de los datos desvelados en nuevas declaraciones de Øyvind Bratlien sobre los interrogatorios a los que se sometió a Borg, él se ha declarado inocente de los actos relacionados con sus exparejas.

«Marius Borg Høiby ya ha terminado los interrogatorios. En total ha pasado por ocho interrogatorios policiales, en los que se ha explicado minuciosa y detalladamente. Ha reconocido tres relaciones turbulentas, en las que obviamente asume su parte de responsabilidad, y dio explicaciones sobre los abusos en las relaciones cercanas a una de ellas. En los casos de Haukland y Snekkestad no se declara culpable», ha expresado el abogado que defiende a Borg al canal noruego TV2 acerca de las acusaciones de las jóvenes, que tendrán que ser probadas en caso de que el caso llegue ante los tribunales. Lo que también ha asegurado el letrado es que, según prometió Marius pero no ha llegado a dar el paso todavía, se pondrá inmediatamente en manos de especialistas para superar sus adicciones.

Las reacciones de sus exparejas no han tardado en llegar por parte de sus representantes judiciales. «He tenido una breve conversación con Juliane. Ella esperaba que él confesara de lo que ella le acusa, pero lamentablemente no le sorprende que las cosas no hayan resultado así», ha afirmado el abogado de Snekkestad. Por su parte, la defensa de Haukland ha dejado claro con rotundidad que «siempre es importante escuchar las versiones de ambas partes lo antes posible para que la policía pueda determinar la necesidad de una mayor investigación», indicando además que las autoridades no han puesto en su conocimiento los detalles de los interrogatorios que les conciernen, en los cuales el joven también ha reconocido sentirse la «víctima».