«Había cosas que me enteré y otras que no me enteré. Y es que hizo un par de comentarios pues que no estaban muy bien, un poco fuera de lugar. Tal vez la tomó un poco conmigo», asegura Marina Rivers. Aunque es consciente de que todo pasaba en un programa de entretenimiento y que cada uno desarrolla el rol que quiere: «Siempre hay como un villano en todas las ediciones de 'MasterChef', y no pasa nada, a mí me parecen divertidos». Eso sí, para ella, no todo vale. «Hay ciertas formas que son un poco ya... Pasa como cuando en el colegio está el típico que hace un poquito de 'bullying'», desliza haciendo referencia a los que se meten con sus compañeros de clase.
Aunque no ha querido entrar en detalles, sí que ha dicho que las continuas actitudes de Pelayo Díaz colmaron su paciencia: «Me sentí un poco en un patio de colegio, a veces, ¿sabes? Y ya llegó un punto en el que yo no podía más, y ya dije yo: 'Oye, aquí estamos todos a la misma. Esto es un programa de cocina, vamos a pasárnoslo bien, vamos a entretener a la gente, pero... No'. Y fue cuando le llamé villano, y ya está. Y luego lo echaron». También asegura que no era algo fingido puesto que detrás de cámaras seguía ese comportamiento del estilista.
Gestación subrogada
No es la única polémica que ha protagonizado el estilista en las últimas semanas. Un comentario que hizo sobre la gestación subrogada lo convirtió en la diana de muchas críticas. «Me faltan unos euros, si tienes suelto…», bromeó cuando Marta Riesco le preguntó sobre su coste. La broma, considerada inapropiada por parte de varios cibernautas, fue tildada de frívola y deshumanizante. «Deshumaniza la paternidad» o «comprar un bebé no es ser padre» eran dos de los cientos de mensajes que inundaron X -antiguo Twitter-.
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