María Castro: «Le pusimos Momo al perro por 'La Historia Interminable'»

—Momo nos invitó a su cumpleaños, pero no pudimos ir. Esta entrevista es nuestro regalo y esperamos que le guste. ¿Cuántos años ha cumplido?

—Ha cumplido nueve años y su nacimiento fue un despertador de sonrisas. Era una bolita de pelo y parecía más una oveja que un perro. Desde el minuto uno ha sido mi compañero fiel y de todo tipo de batallas: giras a mi lado, noches de estudio, la maternidad. Se ha ido adaptando a mi vida en todas sus etapas y siempre con una docilidad increíble.

—¿Qué destacaría de su carácter?

—Es demasiado bueno y muy miedoso.

—¿Miedoso?

—Sí. Le da miedo el viento porque mueve cosas y se asusta. Los cepillos con las cerdas hacia arriba también le dan miedo... Necesita estar siempre acompañado y tiene eterna paciencia con mis hijas. Se presta a todos los juegos con ellas.

—Momo no es un nombre cualquiera…

—No, le pusimos Momo por 'La Historia Interminable'. Mi cuñada investigó y para algunas civilizaciones es el Dios de la Alegría y como ellos, es lo que nos da, no tuvimos ninguna duda y se quedó con el nombre de Momo.

—¿Cómo recibió Momo a sus hijos?

—Él llegó cuatro meses antes que mi marido y luego llegaron las niñas. Maia quiso poner a su hermana pequeña (Olivia) Moma porque quiere tanto al perro que pensó que tenía que ponérselo. Al final la convencimos.

—¿Qué beneficios ha aportado Momo a sus hijos?

—Adquieren responsabilidad, aprenden a compartir su tiempo con él y se adaptan a sus necesidades. Creo que los niños que tienen mascota su autoestima es mayor porque tienen un amigo para toda la vida. Por ejemplo, Maia le lee cuentos a Momo y él se queda atento como si lo entendiera. Hay videos en mi Instagram que os pueden sorprender.

—¿Es protector?

—Es vigilante, pero es tan bueno que dudo que nos defendiera ante algún peligro.

—¿Cómo concilia la vida familiar con Momo?

Ahora me ayuda mi padre. Vive en la misma urbanización y le saca muchísimo y se hacen compañía. Pero antes de tener a mis hijas le sacaba yo siempre y no me importaba la hora.

—'La Coartada', la obra de teatro que cosecha grandes éxitos con María Castro, Dani Muriel y Miguel Hermoso ¿Cuál es su balance?

—Es una obra muy intensa, muy dura y ha sido un gran reto, pero muy bonita de hacer. Es un regalo ponerme en la piel de Ana. Una mujer al límite. Seguimos de gira y con planes de continuidad para el próximo año.

—Además la podemos ver en la gran pantalla junto a Malena Alterio, Eva Ugarte... en 'Mamá no enredes' dirigida por Daniela Fejerman.

—Sí. Es una divertida comedia que nos habla de cómo las nuevas formas de relacionarse pueden poner patas arriba los roles establecidos en la familia.

—Teatro, cine, televisión, publicidad. ¿Cómo lo combina?

—A mí me gusta combinarlo todo. En el cine, hay tiempo, dinero y cada imagen es como un cuadro. La televisión va más rápido y consigues una cosa que no consigues en el cine que es entrar en el salón de la gente. Y te haces muy cercana al público y la gente te saluda por la calle con mucha cercanía. Y el teatro tiene la magia del directo que es inigualable.

—Es una persona muy activa en Instagram. ¿Se considera una Influencer?

—Cuando empecé en Instagram no lo hice para buscar ser Influencer. Empecé en el confinamiento contando el día a día, pensando que podía ayudar a la gente y hacerles la vida más bonita dentro de lo que estábamos viviendo. No he jugado para ellos sino con ellos y yo hice lo que mejor sabía hacer: estar con mis hijas.

—¿Es una madraza?

—Soy una madre volcadísima en ellas. A veces considero que me paso un poco. Disfruto mucho y me lo paso fenomenal con todo lo que hacemos juntas. Maia tuvo una época complicada porque no entendía que la gente me parase por la calle y quisieran hacerse una foto conmigo y lloraba cuando se acercaban. Con el tiempo lo ha entendido y se ha acostumbrado.

Amable, amigable y confiado. Son buenas mascotas de familia y, particularmente, pueden ser pacientes con los niños, A los golden retriever les encanta divertirse y su energía de cachorro se mantiene hasta la edad adulta y es bastante fácil adiestrarlos.