Mari Cielo Pajares: «Only Fans me salvó la vida durante la pandemia»

Un éxito para Mari Cielo, que en 2017 estuvo a punto de morir por una trombosis en la yugular y un trágico accidente que le dejó la cara desfigurada. Ningún cirujano se atrevía a operarla y consiguió colocar todo en su sitio, gracias a su constancia con la gimnasia facial. Ahora es una mujer nueva, que ha aprendido a quererse a sí misma y que ha creado una familia numerosa sin quererlo. Lleva dos años viviendo con el artista islandés Heidar Arnason y los tres hijos de este. «Ahora tengo cuatro hombres en mi vida. Soy madre, porque ahora lavo dientes, hago desayunos, paso horas en el parque, me he echado muchas tareas y no sabía muy bien cómo hacerlas».

Volviendo un poco a 'Óleo', Mari Cielo reconoce que «empezó como guion y lo escribí cuando tenía 19 años. Es mi historia favorita y la de mi padre». Lo suyo con la escritura viene de su época adolescente y la inspiración le llega por cosas que le han ocurrido en su vida cotidiana y las retuerce para ficcionar. Fue una estudiante «extraña, era terriblemente mala en matemáticas, pero sacaba matrícula de honor en filosofía. Era muy obsesiva con lo que me gustaba. Siempre he sido muy amante de las libertades y lo único que no tolero es la intransigencia».

Y es que la hija de Andrés Pajares, a sus 47 años, se muestra muy crítica con las etiquetas y defiende su faceta como directora de cine, con la de escritora y al mismo tiempo poder ganar dinero con su perfil de Only Fans. «Gana mucho quien hace pornografía, yo no. A mí me salvó la vida en la pandemia cuando se me cayeron todos los trabajos y tenía que seguir pagando alquileres y pagar facturas para mi familia. Para mí, escribir es un placer, un trabajo y que alguien te lea, un sueño. Lo mismo me sucede con el cine, en Estados Unidos, donde viví once años, gané dinero y tengo proyectos aquí que no han visto la luz y han supuesto una inversión».

Alejada del foco mediático desde hace años, reconoce sentirse aliviada: «Comparto muchas cosas por redes sociales, pero comparto lo que quiero. Cuando yo era joven, no estaba tan regulado como ahora y la verdad es que con veintipocos años por un episodio familiar pensé en quitarme incluso de en medio. Me di cuenta del impacto psicológico que pueden tener las informaciones distorsionadas, cuando trabajaba en 'Crónicas Marcianas'. Un día me tocó dar la noticia de que a un cantante muy famoso le estaba siendo infiel su pareja. Él no lo sabía y se enteró por el programa. Consiguió mi teléfono y me llamó desolado. Admiro de verdad a los periodistas porque tener que dar algunas veces noticias es muy duro, el problema es que yo tengo un exceso de empatía. Demasiado bien estamos, los que nos tocó vivir aquella prensa rosa que no estaba regulada», reflexiona. Aún así es consciente de que «no sería quien soy hoy en día si no me hubiera ocurrido todo eso. En suma, lo acepto, porque adoro la persona que soy hoy en día». No le duele reconocer que la ha criado su abuela «el día que falleció, se fue mi madre. Y mira que adoro a mi madre (se refiere a Chonchi Alonso), pero la que me cuidó día a día fue ella».

También tiene palabras de cariño hacia su padre Andrés Pajares «Está muy bien, felizmente casado, aunque le duelen algunas cosillas, propias de la edad». Sus metas son seguir gustando a sus lectores y poder llegar a ver una de esas historias en la gran pantalla.