Mari Ángeles Grajal: «Pasé la Nochebuena en un quirófano de urgencias»

—¿Qué le ha pasado esta Nochebuena?

—El día 24 me tuvieron que ingresar por urgencias para hacerme un bypass iliofemoral porque tenía una insuficiencia circulatoria periférica en la pierna derecha y fue horrible. Casi a vida o muerte. Desde el día 22 notaba que tenía poca sensibilidad en esa pierna, pero como había estado bailando en una zambomba navideña pensé que era del cansancio, pero cuando me llevaron a Urgencias en el Hospital de La Zarzuela el doctor Fontcuberta me dijo que tenía un dos por ciento de flujo. Imagínate. Era gravísimo. Me operaron inmediatamente y después pasé tres días en UVI y otros tres en planta. Hoy me creo que soy muy dura, como el Cid Campeador, pues ya estoy andando sobre todo por las mañanas aunque las tardes descanso.

—¿Cómo va de ánimo?

—He dejado de fumar y entre el mono de estar once días sin tabaco y tener que asumir que he tenido un factor de riesgo muy grave en mi vida y todas las consecuencias que derivan en mi profesión, pues ha sido asumir mucho en muy poco tiempo. Pero tengo que dar las gracias a mi hijo, a mi hermana y a Pepe Gandía. Con ellos estoy superándolo todo.

—Son momentos donde uno valora más la gente que tiene cerca y lo fundamentales que son.

—Mi suerte es que tengo grandes amigas y amigos pero esto lo sé no de ahora sino de hace muchísimo tiempo. Nos queremos y mis amistades son un gran apoyo en mi vida.

—¿Cómo ha visto a su hijo Jacobo?

—Ha estado a tope conmigo. El y Pepe no se han movido de mi lado.

—Vivir un bache así no deja de ser una prueba de amor con su pareja Pepe Gandía con quien tampoco lleva tanto tiempo de relación. Los sustos pueden unir o todo lo contrario.

—Teníamos pensando ir los dos el día 29 a Marrakech a estar diez días en una villa de unos amigos suyos franceses y a causa de este problema se vino todo abajo. Pero Pepe no se ha despegado ningún día de mi lado.

—Lo que decía: una prueba de amor

—Pues sí porque cuando todo es fenomenal la relación es más fácil pero cuando las cosas no salen bien conoces mejor a la otra persona. Por mi profesión me dedico a curar enfermos y siempre creí que a mí no me iba a pasar nada y cuando te toca te aseguro que te quieres morir y tienes que seguir adelante y contar con la gente que te quiere y tienes al lado.

—También hay que saber dejar que la cuiden.

—Efectivamente y estar al otro lado para mi era una novedad.

—Los médicos tienen fama de ser malos pacientes.

—Como paciente reconozco que soy regular. En casa del herrero, cuchillo de palo. Tiendes a esperar hasta el final hasta que ves que no hay más opción y además es que siempre crees que lo tuyo no es importante al lado de las patologías que suelo ver en mis pacientes con cáncer de pulmón o fibrosis pulmonar y pienso que lo mío es una chorrada cuando no lo es y tiene su importancia.

—La Navidad no está siendo una buena época tras la muerte de su marido el 8 de enero de 2022 cuando se encontraban en Colombia y ahora este revés suyo de salud.

—Fíjate que precisamente la idea era irnos a Marrakech para quitarnos de estas fechas y mira dónde he acabado. En vísperas del segundo aniversario de Jaime estamos con mucho dolor los dos porque Pepe era muy amigo suyo. El próximo día 20 van a inaugurar un busto de Jaime en la glorieta de la plaza de toros de Écija. Iremos un grupo de amigos a rendirle homenaje.

—No sabía que su novio actual era tan amigo de su difunto esposo.

—Mucho. Fíjate que siempre decía que nunca iba a estar con una persona nueva y lo que ocurre es que Pepe y yo nos conocíamos de antes. Le admiraba y él ha querido a Jaime un montón y han surgido muchas cosas para juntarnos.

—¿No habrá sido Jaime el que desde donde se encuentre les haya unido?

—Estoy segura.

—¿Habrá boda en el 2024?

-Todavía no quiero casarme.

—¿Qué le pide al nuevo Año?

—Salud para todos.